Un enfrentamiento entre disidentes de las Farc e integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el suroccidente colombiano, dejó al menos cuatro muertos y seis posibles retenidos por los grupos ilegales, según informaron este lunes fuentes oficiales.El hecho se registró en la aldea Santa Rosa, del municipio de Policarpa (Nariño), en donde integrantes de ambos grupos ilegales se enfrentaron por el control de la zona. Información preliminar indica que la intención de los dos bandos criminales es controlar negocios ilícitos como el narcotráfico y la extorsión.La alcaldesa de Policarpa, Claudia Cabrera, confirmó a periodistas de la región que el saldo de la acción ilegal fue de "cuatro los muertos" y seis las personas que al parecer fueron retenidas, sin que por el momento se haya precisado por parte de cuál de los actores.Puede leer: La ONU y la Iglesia piden un alto al fuego "más robusto" con ElnHacia las 5 de la tarde de este lunes se tenía previsto un Consejo de Seguridad en el que participarían las diferentes autoridades de la zona, para determinar las acciones que se adelantarán para controlar la situación.Nariño es uno de los departamentos de Colombia en donde hacen presencia las disidencias de las Farc que decidieron no acogerse a la firma del acuerdo de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos.Este combate coincide con el megadespliegue de por lo menos 2.000 uniformados que se gestó en la madrugada de este lunes, precisamente hacia el suroccidente del país, en una operación que se realizó cuando aún no se hacía pública la información sobre el combate entre exFarc y Eln.La intención, según se informó, es controlar la fuerte ilegalidad que se registra en la región y que, eventualmente, genera combates como este que se registró entre disidencias de una guerrilla y militantes de la otra.En contexto: Lanzan gigantesca operación militar en el suroccidente colombianoAdemás, también se registra horas antes de que se reanude en Quito (Ecuador) la mesa de diálogo con el Eln y sobre la cual hay expectativa en torno a la forma en que se podría extender el cese bilateral del fuego, algo que ha despertado más inquietudes que certezas.