La Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares de Colombia (Acore) envió una carta al embajador de Estados Unidos, Francisco Luis Palmieri, para manifestarle su rechazo ante la decisión del país norteamericano de prohibirle la entrada al exgeneral del Ejército Nacional Jesús Armando Arias Cabrales, al ser implicado en la desaparición de seis personas durante el operativo para recuperar el control del Palacio de Justicia en 1985.
“No se comprende en absoluto que la decisión haya sido extendida también a su señora esposa (ya fallecida) y a sus hijos, quienes no han estado comprometidos en actos de corrupción o de violación a los Derechos Humanos, ni nunca han sido sindicados de absolutamente nada”, sostiene el documento.
A pesar del rechazo que genera esta decisión, Acore también aclara que “aunque no se comparta, se entiende la decisión del Gobierno de Estados Unidos en relación con el señor general (r) Arias Cabrales como un ejercicio autónomo de su soberanía ante existencia de actuaciones de jueces colombianos que no le corresponde entrar a calificar, pero sí a considerar”.
La decisión del Gobierno de Estados Unidos se dio porque Arias Cabrales participó “en una grave violación de los Derechos Humanos” durante la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y por lo que fue condenado a 35 años de prisión en Colombia.
“Es muy lamentable que el Gobierno de la primera potencia mundial y que tiene como principal aliado a Colombia en la región, demuestre poca consideración con los reservistas, veteranos de la Fuerza Pública de Colombia y con sus familias, hombres y mujeres que en representación de la institucionalidad colombiana combatieron y siguen combatiendo hombro a hombro con funcionarios y militares de Estados Unidos para enfrentar las graves amenazas del terrorismo y del narcotráfico”, remarcan.
La acción del M-19 por la que resultaron investigados militares
“Cualquier colombiano que haya vivido los hechos sabe que lo del Palacio de Justicia fue una acción terrorista perpetrada por la organización criminal M-19, en la cual militaba el hoy presidente de Colombia”, explican en la misiva al embajador en la que también indican que ese extinto grupo guerrillero “coordinó la acción con el más poderoso narcotraficante que haya visto Colombia, el extinto Pablo Escobar Gaviria”.
En el documento, Acore señala que esa acción del M-19 fue porque Escobar estaba “interesado en la destrucción de los expedientes” en su contra y que la recuperación de la sede administrativa de justicia “fue dispuesta por el presidente de la República de entonces, Dr. Belisario Betancur Cuartas (q. e. p. d.), quien ordenó a la Fuerza Pública proceder a la neutralización de la acción terrorista”.
A raíz de eso y de los violentos hechos que allí ocurrieron “varios militares resultaron con investigaciones; que el grupo criminal M-19 negoció su desmovilización con el Estado colombiano y que sus miembros fueron indultados sin verificación de su comisión de crímenes de lesa humanidad”.
La Asociación, al detallar estos puntos más adelante, resalta que respecto a las acusaciones y condena de Arias Cabrales, este “sigue manteniendo su inocencia. De haberlo querido con el fin abandonar la cárcel pudo haberse sometido a “relatar la verdad” que le fuese requerida en la JEP y reconocer responsabilidad de lo que se le imputa”.
Y por eso afirmaron que al no “relatar” esa verdad que pretenden, “Arias Cabrales ha sostenido siempre que prefiere morir preso antes que declararse culpable de delitos o crímenes que no ha cometido”.
Acore, además de insistir en su inocencia y manifestar su sorpresa por la decisión de Estados Unidos, también le dicen al embajador Palmieri que “la mayoría de (los) colombianos y los militares, reservistas y veteranos consideramos que es inocente y ha sido un chivo expiatorio de afanes subversivos y deseos de venganza contra el Ejército Nacional”.
“En el gremio militar de Colombia, el señor general es reconocido por la firmeza de sus principios, por lo férreo de su carácter, por su amor a la institución y por su estoicismo. En la misma o mayor estima se tiene a su distinguida familia”, sostienen.
Sobre los acuerdos de paz con las Farc
Además de mostrar su posición por lo ocurrido con el exgeneral, Acore también hizo una serie de indicaciones sobre el comunicado al portavoz del Departamento de Estado, al declarar que “Estados Unidos apoya firmemente el acuerdo de paz de 2016 (con la organización criminal Farc) y se suma al pueblo colombiano en la conmemoración de su séptimo aniversario”.
“Como hito histórico de Colombia, ese acuerdo fue negado por la nación en un plebiscito promovido por las mismas partes negociadoras del país, por lo que no todo el ‘pueblo colombiano’ celebra estos supuestos logros”, explican en el documento.
También que dicho acuerdo permite la total impunidad “a criminales de lesa humanidad, vinculados con el narcotráfico; además, varios de ellos (cabecillas) fungiendo hoy como congresistas, incluso en violación del mismo acuerdo”.
Además, recuerdan que “varios de los crímenes de estos beneficiarios del acuerdo fueron cometidos contra ciudadanos estadounidenses, crímenes que también se mantienen impunes”.
Por último, Acore hace un llamado sobre lo que está ocurriendo actualmente “cuando en aras de una verdadera paz y de una auténtica reconciliación, conviene una mirada honesta y objetiva de los hechos por parte de todos los involucrados e interesados”.