Un grupo especializado del Centro de Reacción Inmediata Ambiental de la Corporación Autónoma Regional de Atlántico (C.R.A) se trasladará el próximo miércoles 15 de junio al municipio de Manatí, en el sur del departamento de Atlántico, para revisar y constatar una mancha de aceite que apareció en el río Magdalena.
El hecho fue denunciado por el alcalde de esa población, quien pidió intervención de manera inmediata.
El director de la C.R.A. Jesús León Insignares, manifestó que esta situación afecta la actividad pesquera, el riesgo y otras formas de uso y consumo en el embalse El Guájaro, que representa el sustento de 2.500 pescadores y fuente hídrica de innumerables actividades agrícolas y pecuarias.
“En estos momentos estamos preparando una visita técnica que se realizará el día de mañana a los puntos críticos que se han podido determinar por parte del ente territorial para establecer la afectación real en este importante cuerpo de agua y tomar las medidas que sean necesarias para garantizarle a los habitantes del municipio de Manatí y sus alrededores, el correcto funcionamiento del humedal y la tranquilidad de poder realizar sus actividades pesqueras de manera normal”, aseguró.
Según Ayari Rojano, Bióloga asesora de la C.R.A. “el derrame de combustible en un cuerpo de agua puede afectar las especies bentónicas (las que están en el fondo) y las que tienen movilidad vertical en mayor medida, mientras que las especies de mayor movilidad son menos afectadas. El impacto es sobre el medio físico, pero también se puede presentar toxicidad, además de afectar el intercambio atmosférico de gases y limitar el uso por las comunidades humanas”, puntualizó.
La denuncia
Como un grave daño ambiental calificó el alcalde de Manatí, Evaristo Olivero, la aparición de una mancha de hidrocarburo sobre el río Magdalena. “Una mancha de ACPM que desde las 5:00 a. m. (del sábado) está pasando por las compuertas del municipio de Manatí”.
De acuerdo con la administración municipal, el ACPM fue derramado, al parecer, por remolcadores que pasan por esa zona del Sur del Atlántico y transportan crudo desde Cartagena hasta el Magdalena Medio, en Barrancabermeja.
El mandatario hizo un llamado a las autoridades ambientales como la Corporación Autónoma Regional de Atlántico (C.R.A) para que se apersonen de lo ocurrido y tomen determinaciones al respecto. “Se ven afectados los pescadores, los ganaderos y los campesinos en términos generales”, enfatizó Evaristo Olivero.
La situación se dio a conocer en medio de un trimestre donde, según las cifras, El río Magdalena se consolida como gran hidrovía para el transporte de hidrocarburos.
Como resultado de la reactivación económica de Colombia, luego de dos años de la pandemia de la covid-19, y la mayor demanda de combustibles y petroquímicos, en el primer trimestre de este año Ecopetrol incrementó el transporte de hidrocarburos por el río Magdalena, que atraviesa el país de sur a norte.
Prueba de ello son los 422.000 barriles de diésel y gasolina que se movilizaron durante los primeros tres meses de 2022 en la ruta Barranquilla – Barrancabermeja y los 1,59 millones de barriles de fueloil entre Barrancabermeja y Cartagena, lo que representó un incremento del 9 % frente al mismo periodo del 2021.
Para garantizar el desarrollo de estas operaciones, Ecopetrol ha puesto en marcha acciones logísticas que buscan consolidar al río Magdalena como una hidrovía que ofrece rentabilidad para el transporte de hidrocarburos y sus derivados y genera menos emisiones al ambiente.
En ese sentido, desde finales de 2021 se iniciaron operaciones de transporte de diésel y gasolina motor por el río Magdalena para luego llevarlos a los centros urbanos del interior del país a través de la red de poliductos. Esta operación fluvial maneja volúmenes promedio mensuales de 120.000 barriles en cada uno de los combustibles.
A finales de abril también se transportó por primera vez una carga de 594 toneladas de polietileno importado desde Cartagena. El producto fue llevado en barcazas hasta el puerto petrolero de Barrancabermeja para luego ser entregado a los centros de acopio por vía terrestre.