El ritual es siempre el mismo para algunos pilotos de caza de las fuerzas aéreas. Primero, se ponen la media derecha, siempre, luego la izquierda y los zapatos, en el mismo orden. Después amarran sus agujetas.Después del overol verde olivo reglamentario enfilan el traje antigravedad diseñado para evitar los desmayos que puede experimentar un hombre cuando es sujeto a los bruscos cambios de presión que traen consigo las aceleraciones de los aviones K-FIR.Luego, ajustan el chaleco de supervivencia repleto de toda suerte de cacharros útiles en caso de ser eyectados en medio de la nada, desde más de 20.000 pies. Brújulas, mapas, luces de bengala, navajas multiusos, comida en cápsula y un transmisor satelital. Finalizan con el casco hecho a la medida de cada quien. En el bolsillo derecho llevan el símbolo que los identifica. Un grifón para algunos, un vaquero estelar para otros.Los más jóvenes son más desenfadados y no suelen cumplir con esos rituales. El capitán Jorge Vargas es uno de los recién llegados al escuadrón 111. Hace apenas unos meses que llegó a la base de Palanquero, en Puerto Salgar, y todavía no ha volado un avión K-FIR por sí solo. Para ser parte de la flota aérea hay que ser hábil, tanto que el escuadrón hace parte de uno de los ejercicios más complicados del mundo, conocido como Red Flag, en el que participan los mejores pilotos del planeta.Pero tiene una gran ventaja sobre sus antecesores y es que puede usar el simulador de vuelo del avión Fantasma AC-47T que recientemente inauguró el propio ministro de defensa, Luis Carlos Villegas, en su base.

La inversión fue alta, cercana a los 18 millones de dólares, pero los cuatro aparatos que comprende el Centro de Entrenamiento Táctico K-FIR Luis Francisco Llanes Ferreira permitirán a los nuevos pilotos entrenarse en toda seguridad en un entorno hiperrealista. Ahorrando gasolina y el desgaste de los aviones hasta que tengan la experiencia necesaria para emprender las múltiples misiones que atiende la Fuerza Aérea Colombiana (FAC)."A veces la gente piensa que la FAC sólo vigila las fronteras, pero en realidad cumplimos muchas misiones. Hacemos rescates de soldados en misiones peligrosas, atendemos desastres. El espectro de trabajo es muy amplio", explica el teniente coronel Luis Carlos Botero, Director Escuela de Instrucción Militar Aérea.Para que otros puedan experimentar la sensación de vuelo en una avión K-FIR, así como el movimiento al interior de los simuladores, los mayores  Andrés Maya y Juan David Trujillo accedieron a instalar cámaras GoPro en sus aparatos, mientras que el comandante general de la FAC, Carlos Eduardo Bueno Vargas, abrió las puertas del centro a las cámaras de SEMANA.Si usted siempre ha soñado con volar en un avión de caza, este es el momento de acercarse un poco a esa sensación.