El lunes pasado el Concejo de Bogotá le dijo sí al proyecto de valorización presentado por el alcalde Enrique Peñalosa. El monto aprobado con 27 votos a favor y 16 en contra fue de 906.579.000 millones de pesos que se usarán para construir 16 obras. Estas incluyen aceras y ciclorrutas, cuatro obras de infraestructura vial, un puente peatonal, un corredor ambiental, un centro cultural y la reconstrucción de la zona industrial. El debate inicialmente se centró en que para algunos concejales las obras no eran necesarias. La ciudad ni el país está pasando por su mejor momento económico como para que les pidieran una nueva contribución para el próximo año. De hecho, muchos pensaron que el proyecto se hundiría porque Germán Vargas, jefe natural de Cambio Radical, manifestó en varias oportunidades su desacuerdo con esta valorización. Además, en las primeras sesiones esta bancada manifestó que iba a votar en contra. Peñalosa necesitaba los votos de Cambio Radical. Pero para algunos parecía imposible porque un día antes de la votación Vargas publicó una columna en El Tiempo en la que afirmó que “los ciudadanos no soportan ni un impuesto ni una contribución adicional (…) La presión fiscal sobre los ciudadanos de Bogotá llegó hace tiempos a su límite. Si tenemos en cuenta los impuestos nacionales, distritales y parafiscales, un bogotano vio crecer en los últimos años sus impuestos en un 159 por ciento”. Recomendamos: ¿Qué pasó con los reparos que encontró el IDU a la troncal de la Séptima? Pero días atrás Cambio Radical ya había tenido un gesto con el alcalde. Eran la bancada mayoritaria y tenían la posibilidad de hundir la propuesta. Sin embargo, cuando se llegó el momento de votar, 7 de los nueve concejales del partido se salieron y la balanza terminó a favor del alcalde. El lunes pasado, horas antes de que se hiciera la votación definitiva en el Concejo, Cambio Radical se reunió y dejó en libertad a los cabildantes para que votaran. La explicación es que “el Distrito solucionó los problemas que le veían al proyecto”. Rolando González, de Cambio Radical, aseguró que apoyó la valorización porque las dudas que su partido tenía al respecto fueron resueltas por el Distrito. Unas de ellas eran que los ciudadanos no pagaran en el primer semestre de 2019, que el Distrito asumiera los sobrecostos y que las obras tuvieran estudios de factibilidad. En cambio, Yefer Vega, también del mismo partido, se negó a votar a favor de estas obras porque consideró que es “un capricho del alcalde” y además denunció al secretario de gobierno, Juan Miguel Durán, de haberlo presionado para que votara a favor de la valorización. Este se defendió asegurando que se reunió con todas las bancadas para explicar el proyecto y que siempre se hizo de forma transparente. Vega, por su parte afirmó que convocaría a una rueda de prensa para aclarar de qué se trata esa grave acusación. Algunos interpretan esta victoria de Peñalosa como una prueba de que Vargas Lleras ya no es tan influyente en su partido como antes. Aunque él se ha alejado del alcalde por los cuestionamientos que tiene con respecto a su ejecución, sus seguidores no. Es la segunda vez que un sector político de Cambio Radical le hace desobediencia a German Vargas. A nivel nacional ya se había visto una situación similar cuando un grupo de parlamentarios, liderados por la casa Char, se apartó de la decisión de hacer un acuerdo con la U para elegir un magistrado del Consejo Nacional Electoral. Hay quienes piensan que se trata de otra cosa, de la mermelada. Rodrigo Lara le dijo a SEMANA que “el alcalde repartió mermelada a manos llenas en el Concejo para que le aprobaran este proyecto”. También hay concejales que off the record aseguran que los cabildantes de Cambio Radical votaron a favor para proteger su burocracia en el gobierno de Peñalosa. Aunque este hecho no se ha comprobado, la cuota de representación de Cambio Radical en este gobierno se ve con el secretario de Hábitat, Guillermo Herrera, la gerente de la Uaesp, Beatriz Elena Cárdenas, secretario de Víctimas, Gustavo Quintero y el gerente de la Caja de la Vivienda Popular, Lino Roberto Pombo. También tienen voz a través de algunos alcaldes locales que han sido respaldados por Cambio Radical como José Ignacio Gutiérrez Bolívar; de la localidad de San Cristóbal, Jorge Eliecer Peña Pinilla, de Usme; Juan Felipe Zapata Álvarez, de Kennedy y Wilson Alberto Díaz Ortíz de Los Mártires. Para quienes defienden el proyecto de valorización, Cambio Radical tiene problemas de contradicciones. Pues ellos ayudaron a elegir a Peñalosa y lo lógico sería que le ayudaran en sus planes de gobierno. También cuestionan que Germán Vargas, quien siempre apoyó al actual alcalde, hable mal de la contribución cuando Cambio Radical ya presentó una reforma tributaria en el Senado y los impuestos aumentaron durante su vicepresidencia. ¿Por qué se desconfía de la valorización? Más allá del debate político los proyectos de valorización son acogidos con cierta desconfianza por la ciudadanía por los antecedentes. El año pasado, cuando el alcalde presentó su propuesta, la Contraloría Distrital advirtió en una carta que “en los últimos 12 años el manejo de los recursos para la valorización había sido desastrosa”. La carta hacía referencia al acuerdo 180 de 2005 en el que el Concejo le aprobó a Luis Eduardo Garzón un plan de 137 obras (121 de movilidad y 16 de espacio público), por 2,1 billones de pesos. El problema fue que las administraciones de Samuel Moreno y Gustavo Petro modificaron este plan de obras, a través de los acuerdos de 2009 y 2013. Con estos se excluyeron en total 80 obras y quedaron solo 54. Esto significa que el 61 por ciento del plan quedó en nada. Puede leer: 11 obras que los bogotanos pagaron y no se construyeron Como los ciudadanos pagaron por 137 obras y ni siquiera han terminado de recibir las 54, el Distrito se vio obligado a devolver parte del dinero recaudado. Pero ese proceso no fue sencillo. Según explicó el IDU a SEMANA, enviaron una carta a los aportantes para que reclaramaran la plata, pero la carta no le llegó a todo el mundo, muchos ya habían cambiado de hogares y otros dejaron pasar el trámite. El lío es que solo tenían un plazo de dos años para reclamarlo y si no el dinero quedaba en las arcas del IDU. El resultado de ese proceso fue que el instituto se quedó con 90.000 millones de pesos que se deben invertir también en procesos de valorización. Se han invertido 25.000 y el resto se va invertir en la obra Mariscal Sucre que se propuso en el 2005. Varios concejales en contra del proyecto de valorización como Juan Carlos Florez y María Fernanda Rojas criticaron que el Instituto de Desarrollo Urbano solo había ejecutado el 37 por ciento de su presupuesto y no se preguntaron cómo iba a ejecutar más dinero si todavía no terminaba de utilizar el que ya tiene. Le puede interesar: ¡Golpe al bolsillo!: Así se cobrará la valorización en Bogotá El IDU explicó a SEMANA que en cuanto a los proyectos de valorización de las 54 obras, se han ejecutado 42, es decir que hay un avance del 78 por ciento. De las que hacen falta, 7 están en construcción, 3 en proceso de contratación de la obra y 2 tuvieron que ser suspendidas porque el dinero no alcanzó. Con respecto a la ejecución del presupuesto general aseguraron que se termina de ejecutar al final del año cuando se adjudican las obras. Lo que es un hecho es que las 16 obras tendrán que desarrollarse en en un plazo máximo de 2 años. Los estratos 1 y 2 no van a pagar la valorización. Del estrato 3 solo aquellos cuyo avalúo catastral superen los 500 millones de pesos. Es decir, 23.000 predios de este estrato pagarían. Según el cronograma del Distrito, las cuentas de cobro comenzarán a llegar en enero de 2019 y se pagarán en agosto. Puede leer: ¿En qué van las 210 obras del gobierno de Peñalosa?