La puja por el aumento en el salario mínimo en Colombia trae siempre consigo un análisis de los diferentes sectores que se ven involucrados con el tema, que al final son un alto porcentaje de la población si se tiene en cuenta que se incluyen empleados y empleadores.
Desde las empresas se realiza un análisis del incremento de los costos laborales ya que se deben tener en cuenta aspectos como salarios, subsidio de transporte, pagos obligatorios de salud y pensión, ARL, Caja de Compensación, vacaciones, primas de servicios y cesantías.
Frente a este tema la Alianza de Asociaciones y Gremios de Colombia, Aliadas, recomendó revisar la discusión del salario mínimo y aseguraron “el complicado escenario externo, los costos laborales de las empresas, los proyectos de reforma laboral en el Congreso, el aumento de los precios con el incremento del salario mínimo, la devaluación del peso y la generación de empleo formal, deben ser determinantes en el incremento del salario para el próximo año”.
Esta alianza de 39 gremios y asociaciones empresariales, que agrupa a 7.000 empresas y genera cinco millones de empleos formales, le solicita al Gobierno nacional, a los gremios y a los sindicatos una concertación que tenga en cuenta elementos determinantes de la economía, que afectan la estructura de costos para la generación de empleo en las empresas agremiadas de diversos sectores.
Lo anterior teniendo en cuenta que el incremento obliga a una reorganización de las empresas para cubrir las obligaciones. Si se tiene en cuenta únicamente el salario mínimo, según las cifras del Ministerio del Trabajo, el 58,1 % de las personas que tienen un empleo formal están devengando este sueldo, es decir, unos 2,2 millones de trabajadores.
Aliadas expresa que “hay un propósito que nos une que es Colombia y por Colombia debemos lograr establecer un equilibrio en las variables que pueden afectar de manera negativa el crecimiento económico y por ende el bienestar de los colombianos, en un contexto nacional e internacional de incertidumbre, y que estima un 2023 con grandes retos”.
Actualmente estos valores mensuales están referenciados así: para los trabajadores el salario base 1.000.000 de pesos y auxilio de transporte 117.172 pesos, para un total de 1.117.172 pesos.
Para las empresas el costo por colaborador suma 1.605.534 pesos si tenemos en cuenta todos los factores de ley que incluyen además cesantías e intereses de cesantías.
“Uno de los principios que defiende Aliadas, desde su creación como alianza que reúne a gremios especializados y diversos, es la generación de empleo formal, por lo que un alza desproporcionada del salario afectaría la productividad de las empresas, expulsaría de la formalidad a muchos trabajadores y aumentaría la informalidad generando más inequidad y desigualdad”, expresan las asociaciones y gremios.
Teniendo en cuenta los costos de operación mensual para las empresas por cada colaborador, el aumento en el salario mínimo se convierte en un verdadero reto para las empresas que buscan seguir generando empleo y recuperarse de la crisis de generada por la pandemia de covid-19.
Frente a este aspecto, expertos aseguran que en los costos de producción inciden otros rubros con mayor peso como los costos de materia prima y los gastos indirectos de fabricación, distribución o mantenimiento; por encima de los relacionados con los salarios.
Para Aliadas, la determinación del salario mínimo para el próximo año debe tener en cuenta “un contexto macroeconómico complicado tanto externo como interno, con inflación alta, tasas de interés en aumento y temores de una recesión mundial, combinado con una perspectiva de crecimiento del país entre 0 y 2 %, devaluación del peso, entre otros. Para Colombia podría causar un impacto negativo en varios sectores y amenazar logros sociales ganados y la perspectiva de una mejor nación, como lo propone el actual gobierno.”
Otro aspecto que deben tener en cuenta las empresas es el relacionado con los colaboradores que devengan más de un salario mínimo mensual; en este aspecto el aumento se hace teniendo en cuenta el IPC (Índice de Precios al Consumidor), el cual en Colombia en el mes de octubre estaba en el 12,22 %.
“Existen proyectos de ley en el Congreso que reducen la jornada diurna a las seis de la tarde, también se aumenta el recargo de dominicales y festivos a un 100 %, lo que impactaría directamente los costos laborales, de ser aprobados. A esto se suma el anuncio del Gobierno nacional de una reforma laboral que presionará los costos de producción y operación. Adicionalmente, a partir de junio del próximo año, la jornada laboral se reduce en una hora, a 47 horas semanales”, expresan.
Resaltan además que un incremento del salario mínimo superior a la inflación generará brechas entre el mercado formal e informal de trabajo porque será más costoso contratar mano de obra, y seguramente hará más difícil disminuir la informalidad laboral.
“Adicionalmente menos trabajo formal requerirá de un mayor esfuerzo fiscal del gobierno en salud y en pensiones, para atender a los informales en el régimen subsidiado, y en largo plazo a los que no lograron cotizar para obtener su pensión”, aseguran.