Según cifras de Globocan, a nivel mundial hay más de 2,2 millones de personas con cáncer de pulmón. Sin embargo, lo más preocupante es que esta afección ocupa el primer puesto en mortalidad. Este mismo observatorio revela que en Colombia anualmente se diagnostican aproximadamente 6.800 casos de cáncer de pulmón y se registran cerca de 6.000 muertes asociadas a esta patología.
En medio del conversatorio digital ‘Cáncer de pulmón: escucha las señales’, Germán Díaz Santos, neumólogo del Instituto Nacional de Cancerología, explicó que los síntomas clínicos que llegan a presentar las personas que padecen este tipo de cáncer son tos, dolor torácico, disnea (sensación de falta de aire) y hemoptisis, que es la tos con expectoración de sangre. Los expertos recomiendan acudir al médico de forma inmediata si se llegan a presentar los anteriores síntomas.
Algunos factores que incrementan el riesgo son el consumo de tabaco, ya sea cigarrillo electrónico, convencional, narguiles o pipas, humo de segunda mano, exposición a sustancias químicas o radiación, enfermedades pulmonares crónicas y la mala calidad del aire. Para Díaz, es necesario trabajar más en prevención y legislar para controlar el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores, optimizar las terapias y que estas estén disponibles de forma pronta y para todos.
Andrés Felipe Cardona, director de Investigación y Educación en la Fundación CTIC, concuerda en que es esencial que haya una regulación nacional que controle el vapeo. “Tenemos un problema significativo en población joven, ellos están consumiendo cigarrillos electrónicos y vapeando de una forma indistinta y no están calculando el riesgo hacia el futuro, y no solo del cáncer de pulmón, sino además de otras enfermedades. Como país, tenemos la responsabilidad de regular el consumo”, dijo el médico.
Para Martha Herrera, presidenta de la Fundación Colombiana para Cáncer de Pulmón, Asma, EPOC y otras Enfermedades Respiratorias (Inspirat), el reto es “priorizar las estrategias de detección temprana para dar las terapias más adecuadas y optimizar los recursos del sistema de salud, diagnosticando rápida y oportunamente la enfermedad”. Herrera agregó que es necesario dar una mirada a las regiones donde no hay especialistas preparados para diagnosticar el cáncer de pulmón.
Cardona, por su parte, cree que “es fundamental poder hacer un tamizaje o screening que permita un diagnóstico precoz de la enfermedad”. El especialista aseguró que, a pesar de los grandes retos del sistema, en Colombia se tienen importantes avances en la prevención y el tratamiento de la enfermedad. “Hace 20 años, el tiempo de supervivencia que normalmente tenían los pacientes con cáncer de pulmón estaba entre 8 y 12 meses. Hoy en día, y gracias a nuevos desarrollos médicos, la supervivencia global pasa los 36 meses”, sostuvo el experto.
Añadió que hoy se tiene una gran cantidad de posibilidades terapéuticas con alta capacidad de control de la enfermedad, pero sobre todo, que garantizan calidad de vida para los pacientes.
La presidenta de la Fundación Inspirat aseguró que en muchas regiones los pacientes tienen barreras de acceso para poder llegar a diagnósticos tempranos. “En las ciudades principales esto no es un problema tan evidente como en las zonas más apartadas del país”. La experta fue más allá y resaltó la urgencia de generar un mayor conocimiento en los entes territoriales frente a la normatividad del cáncer de pulmón y las guías que tiene el Ministerio de Salud.
Cardona concluyó que se debe optimizar el diagnóstico temprano de la enfermedad tanto en pacientes con riesgo como en aquellos no expuestos, ya que en Colombia hay una alta prevalencia de la enfermedad en pacientes no fumadores.
El espacio finalizó con el llamado a todos los actores y sectores que componen el sistema para que se articulen en beneficio de los pacientes. Esto permitirá que exista una integralidad en la atención, desde el proceso de diagnóstico hasta el tratamiento, con tecnologías de punta. Este evento fue organizado por Foros Semana, Amgen y Fundación Inspirat.