Los detalles contados por los ocupantes de este vuelo y revelados por SEMANA dibujan la angustia que se vivió al interior de este avión de la Fuerza Aérea que despegó del aeropuerto militar de Catam.
El vuelo, en el que viajaban el fiscal Francisco Barbosa y su comitiva, tenía como destino la ciudad de Popayán en el departamento del Cauca, para participar en un encuentro de fiscales en que se se conocerían detalles de las investigaciones que se adelantan en esa seccional.
La Fiscalía solicitó apoyo a la Fuerza Aérea ya que el avión de la entidad no tiene la posibilidad de aterrizar en todos los aeropuertos del país por condiciones geográficas y, además,a la comitiva era numerosa, lo que obligó a viajar en la aeronave de la FAC.
Entre los funcionarios de la Fiscalía que estaban en el itinerario se incluyó a la vicefiscal Martha Mancera, la directora de la Unidad Especial de la Fiscalía, una asesora del fiscal y la directora de comunicaciones.
Se encontraron antes del mediodía en Catam, ultimaron detalles y recibieron las recomendaciones para vuelo, 20 minutos después y en el aire, un golpe muy fuerte anticipó la emergencia.
“El avión despegó de la base militar de Catam, 20 minutos después se escuchó un golpe muy fuerte, seco y el piloto, gracias a su experiencia, pudo mantener el avión y tranquilizarnos, porque el golpe fue muy fuerte”, revelaron quienes estaban en ese vuelo.
El piloto y el personal de vuelo, cuentan quienes vivieron esos momentos, lograron mantener la calma y la orden fue directa. Era necesario regresar a Bogotá, las condiciones del avión no eran las mejores y el riesgo era latente.
“La orden fue regresar a Catam pues no se entendía qué pasó en el vuelo, estábamos muy alto para pensar que fue un animal o algún objeto lo que golpeó el avión, además la experiencia del piloto nos tranquilizó”, revelaron a SEMANA los ocupantes de la aeronave.
El susto por ese golpe, en pleno vuelo, fue evidente y apenas obvio. Pero el riesgo estaba lejos de desaparecer, incluso con la orden de regresar a Catam. Durante el regreso, cuentan los ocupantes, se escucharon ruidos más pequeños, como réplicas de ese gran golpe en el avión.
“Mientras regresábamos a Bogotá siempre se escuchaba un ruido, pequeños golpes que nos intranquilizaban, lo único que queríamos en ese momento era aterrizar, lo más rápido posible”, dijeron los ocupantes del vuelo.
Una hipótesis se discutió en vuelo y otra apenas el avión de la FAC aterrizó en el aeropuerto militar de Catam. En el aire, la tripulación planteó la posibilidad de que una llanta estalló al momento de cerrar el tren de aterrizaje, asunto que quedó descartado cuando el avión estaba en tierra. La segunda hipótesis se centró en una falla de las puertas que pudo despresurizar la aeronave.
La Fuerza Aérea informó a través de sus redes sociales que no hubo emergencia, el avión regresó como medida de protección para establecer qué ocurrió en el aire.
“Aeronave de @FuerzaAereaCol en la que viajaba Fiscal General @FiscaliaCol nunca declaró emergencia, ni aterrizó de emergencia. Regresó por seguridad para descartar causa de sonido en cabina”, dijo la Fuerza Aérea.
Por ahora, lo que indicaron es que van a investigar en detalle las causas de este incidente y así conocer realmente qué ocurrió en ese avión en el que viajaban las directivas de la Fiscalía.