Luego de varios meses de peleas internas, la centro izquierda logró un acuerdo para medirse en una consulta en marzo de 2022 y llegar unida a la primera vuelta presidencial. Así lo acordaron los precandidatos Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria, Juan Fernando Cristo, Juan Manuel Galán, Carlos Amaya y Jorge Enrique Robledo.
De este grupo saldrá un candidato que representará los valores de Juan Manuel Santos en la próxima contienda y un compromiso inquebrantable por seguir implementando el Acuerdo de Paz de La Habana. Muchos de los integrantes de esta convergencia también están de acuerdo con legalizar la droga, un tema que será una bandera electoral para esta coalición.
La alianza también es partidaria de buscar la despenalización total del aborto. Y, en materia económica, han hablado mucho de equidad sin ofrecer aún mayores detalles de cómo lograrían ese propósito. Más allá de lugares comunes, el electorado estará a la espera de propuestas concretas en materia económica y de progreso social.
Esta coalición también tendrá como reto defender la gestión de la alcaldesa Claudia López en Bogotá, siendo la máxima líder con cargo de elección popular de esa corriente ideológica. No será fácil defender ese continuismo, ya que Bogotá está sumida en una de las peores olas de inseguridad de la historia reciente. Además, miles de empresas están quebradas y el desempleo está por encima del promedio nacional. Dada la transparencia con que dicen actuar, será importante conocer las posturas reales de estos precandidatos con respecto a la gestión de la mandataria.
Aunque la llamada Coalición Centro Esperanza acordó que no recibirá apoyos de partidos tradicionales y tratan de presentarse como ‘virginales’ en política, lo cierto es que todos son políticos curtidos.
Por ejemplo, Juan Fernando Cristo fue secretario privado de Ernesto Samper y ministro del Interior de Juan Manuel Santos, en que tuvo que manejar la burocracia y la mermelada durante el Acuerdo de Paz con las Farc. Durante décadas fue militante del Partido Liberal.
Jorge Enrique Robledo ha sido un congresista respetable, de varios periodos. Militó en el Polo Democrático y, tras romper con el partido, creó el movimiento Dignidad.
Juan Manuel Galán, hijo de Luis Carlos Galán, también hizo parte del Partido Liberal de César Gaviria. Igualmente, estuvo vinculado a un cargo diplomático durante el gobierno de Álvaro Uribe.
Sergio Fajardo, siendo un profesor, se lanzó a la política y llegó a la Alcaldía de Medellín y luego a la Gobernación de Antioquia. Esta es su tercera campaña presidencial. En la más reciente, en 2018, fue muy criticado por irse a ver ballenas en medio de la segunda vuelta entre Iván Duque y Gustavo Petro. De hecho, el líder de la Colombia Humana lo culpa de haberle entregado la victoria a Duque.
Por su parte, el exgobernador de Boyacá Carlos Amaya es desconocido a nivel nacional. Forma parte del círculo íntimo de Claudia López y Angélica Lozano. Ha estado vinculado siempre a la Alianza Verde.
En medio de esta campaña electoral, el pasado 22 de noviembre se conoció el candidato del expresidente Álvaro Uribe y el Centro Democrático. Se trata de Óscar Iván Zuluaga, otro político de vieja data, quien le ganó la candidatura a la senadora María Fernanda Cabal. Esto ha generado malestar en ciertos sectores del uribismo, cuyas banderas son continuar con el legado y las tesis del expresidente Uribe.
SEMANA consultó con varias fuentes y es poco probable que la Coalición de la Experiencia acepte a Zuluaga en una consulta para marzo. Con esa puerta cerrada, sus posibilidades de ganar la Presidencia son mínimas.
A propósito de la Coalición de la Experiencia, que representa los valores de la centro derecha, ya hay un acuerdo entre Enrique Peñalosa, David Barguil, Dilian Francisca Toro, Federico Gutiérrez, Alejandro Char y Juan Carlos Echeverry. De ese grupo, hasta ahora, ninguno ha figurado de manera importante en las encuestas. La expectativa de ellos es que una vez se defina el ganador de la consulta de marzo, ese candidato naturalmente recoja los votos de un espectro político amplio de centro y de varias vertientes. En esta alianza también todos son políticos de larga trayectoria.
Gustavo Petro, quien lleva punteando en las encuestas desde noviembre del año pasado, sigue siendo el candidato más sólido en esta campaña. Se da por descontado que tiene asegurado un cupo en la segunda vuelta presidencial.
Finalmente, en una quinta vertiente está el exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, quien ha dicho públicamente que toda su campaña será financiada con recursos propios y llegará solo a la primera vuelta, sin ninguna alianza. Su discurso se ha caracterizado por ser disruptivo. Varios analistas han empezado a tomarse en serio su candidatura, pues en varias encuestas aparece como la segunda opción después de Gustavo Petro. En Chile, por ejemplo, ningún candidato apoyado por los partidos tradicionales pasó a la segunda vuelta que se celebrará en diciembre.
Aunque los políticos de todos los espectros han gastado mucho tiempo tomándose fotos entre ellos y asistiendo a reuniones entre ellos, la verdadera alianza determinante será en la segunda vuelta. Allí se sabrá exactamente cómo se acomodan las fuerzas políticas, ya que hoy, según las encuestas, ninguna de estas cinco corrientes políticas ganaría la Presidencia en primera vuelta.