Los restos mortales de los cuatro secuestrados que fueron ejecutados el sábado por las FARC llegaron hacia las 10:10 p. m. del domingo al aeropuerto militar de Catam en Bogotá, donde fueron recibidos con honores militares por hombres del Ejército y la Policía. Los féretros, cubiertos con banderas de Colombia, fueron bajados del avión militar uno a uno entre un silencio total y recibidos por personal de la Fiscalía General de la Nación, de la Policía Nacional, del Ejército y de la Iglesia Católica. Sobre la pista del aeropuerto, dos sacerdotes bendijeron a los cuatro asesinados por las FARC cuando el Ejército lanzó una ofensiva contra el campamento donde la guerrilla los mantenía retenidos. Los uniformados estuvieron bajo su cautiverio entre 10 y 14 años.En el mismo aeropuerto militar de Catam aguardaban cuatro vehículos fúnebres que trasladaron los cuerpos sin vida a Medicina Legal, donde se les realizarán las necropsias respectivas antes de que sean entregados a los familiares. Está previsto que los parientes reciban los restos en Bogotá este lunes al mediodía y que el martes se oficien las exequias. Horas antes, a las 12:40 p. m. del domingo, llegó a Catam otro aparato que trasladaba al sargento de la Policía Luis Alberto Erazo, el único sobreviviente de entre los cinco secuestrados que la guerrilla tenía en el lugar donde tuvo el operativo militar que buscaba rescatarlos, en el sureño y selvático departamento de Caquetá. Erazo llegó a la capital en medio de la lluvia y entre los aplausos de los periodistas congregados, vestido con un traje de la policía y con heridas en su mejilla izquierda, que tapaba con una venda. El sobreviviente subió directamente a una ambulancia y fue trasladado al Hospital General de la Policía, donde recibió atención médica y se reencontró con sus familiares. Horas más tarde, en la clínica, el sargento Erazo recibió una visita privada del presidente colombiano, Juan Manuel Santos. EFE