La búsqueda de los menores perdidos en la selva virgen del Caquetá tras un accidente de una aeronave el pasado de 1 de mayo, lleva más de 20 días y aún sigue sin dar resultados, pese los esfuerzos de las Fuerzas Militares, el apoyo de los indígenas de la zona y las pistas que se habían encontrado de los menores que alimentaba la esperanza de hallarlos con vida, hasta ahora nada ha pasado.
A la búsqueda se sumó la guardia indígena del Cauca y entre el grupo de hombres una mujer fue escogida por sus mismos compañeros, Carmen Piyué, la única que entrará a la selva con los hombres para cooperar en la búsqueda de los niños de 13, 9, 4 años, y un bebé de 11 meses.
Carmen Piyué reveló que la preparación de la guardia indígena estuvo guiada por sus líderes espirituales y que con esto ahora buscan dar con el misterio en el que se ha convertido el paradero de los menores.
“Me siento orgullosa de ser la única que he venido a acompañar aquí al grupo de compañeros de diferentes territorios de la guardia del Cauca. La preparación que hemos traído es más que todo con nuestros mayores espirituales”, dijo la mujer ante medios de comunicación de televisión nacional que han llegado a la zona.
En el grupo en el que salió Carmen, son por lo menos 40 indígenas que salieron desde Calamar, en Guaviare, que se sumaran a los más de 200 militares en la zona de la selva y a los demás indígenas que con sus saberes ancestrales también han colaborado con la búsqueda.
El pasado 17 de mayo, el Ejército Nacional y un grupo de 8 indígenas de los que ya apoyan las labores de búsqueda encontraron el biberón del bebé y hasta unos cascos de maracuyá a la mitad, que habían sido ingeridos, al parecer, tan solo días antes. Esas pistas más unas huellas y moñas de cabello fue lo último que se encontró para mantener viva la esperanza de encontrar con vida a los niños que también son indígenas.
Para las autoridades en medio de la intensa lluvia de la selva los menores han encontraron mecanismos de supervivencia, o si bien se los idearon; y las pistas habían sido esos elementos encontrados, pero ahora los indígenas han dicho que se trata de todo un misterio en la selva.
“Entre los rastros pudimos hallar unas tijeras, una moña y un empaque de la moña, el cual, pues, nos reconfirma la situación de que ellos se encuentren todavía con vida y continuamos los esfuerzos y esperamos que estemos en la dirección correcta”, señaló el coronel Juan José López, director de Operaciones de la Aeronáutica Civil, cuando encontraron rastros de los menores.
SEMANA conoció los videos en los que se puede oír al mayor Wilber Rivera, comandante de las tropas en la zona de búsqueda, afirmar a través de una comunicación realizada a través de una radio satelital que están cerca de encontrar a los menores.
El uniformado se muestra esperanzado tras las pistas que se han encontrado en la selva.
En su comunicado, el uniformado, con 12 años de experiencia, también se refiere a las condiciones climáticas que han rodeado las operaciones. Según dijo, esta situación dificulta la búsqueda.
“Mis comandos y quien les habla nos encontramos 100 % comprometidos en el cumplimiento de la Misión Esperanza, con el único fin de encontrar con vida a estos 4 menores”, afirmó el militar que lleva 14 días en el terreno, y quien se manifestó comprometido en la misión que reviste a los uniformados el país: “salvar vidas”.
Según refirió el mayor Wilber Rivera, “el terreno en que nos encontramos es totalmente húmedo, como el que caracteriza a la selva de Colombia, una selva tropical, el 90 % de las 24 horas del día hay lluvias y tormentas”, refiriéndose a las adversidades con las que se han encontrado él y su equipo de soldados.
“Las lluvias no paran. Todas las noches han sido tormentas”, sentenció, aclarando que en ningún momento se ha perdido la fe en la posibilidad de encontrar con vida a estos 4 menores.