La concejal del partido Colombiana Humana UP Heidy Sánchez solicitó cambiar el nombre de la Biblioteca Virgilio Barco por la posible responsabilidad de ese expresidente en el exterminio del partido Unión Patriótica (UP).

“Esta situación no es nada nueva para nosotros, pues desde hace años denunciamos a ese gobierno y al Estado colombiano por las acciones directas y por omisión de protección contra los dirigentes asesinados en la década de los años ochenta y años noventa, sin que esto quiera decir que el exterminio se haya acabado”, señaló la concejal en una carta dirigida la alcaldesa de Bogotá, Claudia López; al secretario de Cultura, Nicolás Montero, y al alto consejero para los derechos de las víctimas, Vladimir Rodríguez.

Además, señaló que los hechos revelados por el periodista Alberto Donadío colocan una vez más en evidencia la responsabilidad del gobierno del expresidente Virgilio Barco.

“Durante su periodo se desató la violencia contra nuestro partido, con el asesinato de los dos candidatos presidenciales, Jaime Pardo Leal en 1987 y Bernardo Jaramillo en 1990, y de más de 3.000 integrantes y simpatizantes en ese lapso de tiempo, razón por la cual consideramos un hecho de revictimización que exista una entidad pública tan importante como la biblioteca con el nombre del gobierno en el que sucedieron estos hechos, convirtiéndose en una apología a los victimarios por acción u omisión del genocidio más significativo del mundo contra un partido político”, añadió la carta.

Para la concejal, es una paradoja que la memoria de los victimarios esté viva, mientras las víctimas están destinadas al olvido por acción y omisión del Estado. Por tal razón, le propuso a la administración las siguientes acciones:

1. Acordar con la dirección distrital del partido político y sus coordinadoras de víctimas las acciones de reparación colectiva que el Distrito debe realizar con la UP como colectividad afectada por la violencia.

2. Reconocer a la Unión Patriótica, capítulo Bogotá, como sujeto de reparación colectiva.

3. Cambiar el nombre de la Biblioteca Virgilio Barco por el nombre de alguna de las principales víctimas en el periodo de gobierno del presidente en mención.

4. Realizar un plan de restitución de los nombres, placas y espacios de la ciudad en donde ya se había hecho reconocimiento de las víctimas de la UP.

Por su parte, una lluvia de críticas ha recibido el periodista Alberto Donadío por su columna en internet, en la que responsabilizó al expresidente liberal Virgilio Barco y a su amigo israelí Rafi Eitan por el genocidio de la Unión Patriótica (UP), movimiento político de izquierda en el país.

Al respecto, Julio Londoño Paredes, quien fue ministro de Relaciones Exteriores durante la Presidencia de Barco, dijo que el expresidente fallecido fue un hombre íntegro: “Jamás se puede ni siquiera suponer que alguien como Virgilio Barco, el mandatario más honesto y limpio que ha tenido el país, así como el más valiente y último liberal, hubiera podido haber consentido tácitamente la eliminación de miembros de la Unión Patriótica”.

De hecho, en entrevista con Vicky en SEMANA, el general (r) Rafael Samudio dijo que las afirmaciones del periodista Donadío en su columna eran totalmente falsas. “Quienes conocen, y el país conoce suficientemente lo que fue el presidente Barco, su rectitud, honestidad, patriotismo, nunca se prestaría para una situación como esta, porque precisamente fue un hombre experimentado en las luchas políticas. Él debe recordar en su tumba lo que fue el país cuando se decía: matar chulavitas o matar cachiporros”.

Samudio insistió en que él no conoció presuntos complots para acabar con la vida de los integrantes de la UP.