La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres finalizó este 22 de enero las labores de búsqueda y rescate de los cuerpos que quedaron sepultados tras el mortal deslizamiento de tierra que ocurrió el pasado 12 de enero en la carretera que conduce de Quibdó hacia Medellín, en la jurisdicción del municipio de El Carmen de Atrato.

La decisión se tomó en el puesto de mando unificado que lideró esta entidad con la gobernadora Nubia Carolina Córdoba, luego de recuperar e identificar el último cadáver de una persona reportada como desaparecida. Durante diez días, los organismos de socorro removieron piedras y tierras para hallar a todas las víctimas del movimiento en masa.

Aunque los esfuerzos estaban concentrados en dos restos, se descartó la pérdida de uno de ellos. Así lo confirmó la Fiscalía General de la Nación, quien activó el mecanismo de búsqueda urgente y logró establecer que se encontraba en la capital de Antioquia y, milagrosamente, no estuvo presente en el lugar de la emergencia.

La mandataria regional informó los dolorosos estragos que dejó el desprendimiento de la montaña: “Las cifras finales son, hasta la fecha, de cuarenta personas infortunadamente fallecidas. Con esto, y con toda nuestra gratitud a todos los cuerpos de socorro, a nuestras Fuerzas Militares y de Policía, concluimos este momento tan difícil”.

Tal como lo encomendó el presidente Gustavo Petro, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres identificó los puntos más críticos del corredor vial. Con estos datos, le solicitó al Instituto Nacional de Vías la intervención inmediata en los sectores donde se podrían presentar derrumbes en cualquier momento.

La Gobernación del Chocó anunció que, en dado caso de que presenten fuertes lluvias, se cerrará el paso por la carretera para frenar los riesgos. Vale la pena recordar que un aguacero fue el que provocó el deslizamiento en el kilómetro 17, donde cincuenta personas estaban esperando la habilitación de la vía; cuarenta de ellas murieron.

Tragedia en la vía Quibdó-Medellín. | Foto: Suministrada a SEMANA.

Hace veinte años se cuentan muertos en la carretera que conduce de la capital del Chocó hacia Antioquia. Los accidentes de tránsito son escasos y las tragedias se deben a emergencias naturales: montañas enteras que se desprenden sobre la vía y se llevan por delante todo lo que encuentran. El presidente Petro quiere ponerle punto final al terror.

Los viajeros la bautizaron como la ‘trocha de la muerte’, una pesadilla que empieza en Quibdó y se calma cuando toca el suelo antioqueño. A cada lado, una peña amenaza con sepultar carros y no existen barreras para detenerlas. La gobernadora Nubia Carolina Córdoba, en entrevista con SEMANA, aseguró que es una de las vías “más peligrosa del país”.

Aunque buena parte del eje es pavimentado, los constructores no encontraron la fórmula para amarrar la tierra. Allí no para de llover y el agua pone a temblar las sierras. En el episodio más reciente, un cerro cayó sobre una vivienda donde cincuenta personas se resguardaban de la furia de la naturaleza.

Según las cuentas de las autoridades departamentales, desde 2004 se han contabilizado cientos de fallecidos por derrumbes. Si bien se ha instado al Estado a curar la carretera, los esfuerzos no han sido suficientes y la supuesta falta de voluntad política le sigue pasando factura a la región más pobre de Colombia, de acuerdo con el Gobierno nacional.

“Hace catorce años hubo un desastre parecido con treinta y tantos muertos, hace dos años otro deslizamiento se llevó varios muertos. Ha sido periódico en los últimos veinte años cómo por deslizamientos en la trocha se han presentado [muertes]. Estamos llorando a nuestros muertos en torno a estas fechas, y hoy vuelve y pasa”, relató la mandataria.

La gobernadora reconoció que el hecho de montarse en un vehículo y moverse por ese tramo se convirtió en un miedo que pocas personas quieren sentir. Pero es la alternativa más económica y rápida para llegar a la ciudad de Medellín, la principal despensa del departamento y el centro de salud para miles de chocoanos.

Así quedó la zona de la tragedia en Chocó. | Foto: Gobernación del Chocó