El exfiscal Rodrigo Aldana se convirtió en un símbolo de cómo la corrupción llegó a tocar los casos más delicados en la Fiscalía. En su poder estaba la extinción de dominio de varios bienes del exsenador Otto Bula, sin embargo, el proceso permaneció engavetado por años.Solo cuando estalló el escándalo por los sobornos de Odebrecht en Colombia, lo cual provocó que se reabrieran todas las investigaciones alrededor del hoy testigo estrella, sale a la luz el caso del exfiscal Rodrigo Aldana. El funcionario llegó a ser delegado ante tribunal, uno de los cargos más importantes del ente de control. En sus manos estuvieron varias de las investigaciones en contra de las riquezas ilegales de grandes capos en Colombia. Aunque todo lo que pasó por su despacho está en revisión, la Justicia encontró que en lo concerniente al caso de Bula, el exfiscal Aldana pretendió reconocerle la calidad de tercero de buena fe, con el fin de llevar a cabo el levantamiento de las medidas cautelares de tres bienes en Sahagún (Córdoba). "Su posición frente a los procesos asignados no estuvo motivada en lo absoluto por la propia convicción razonable, objetiva y reflexiva. Su verdadera inspiración fue la entrega del apartamento en el edificio Pentagrama a nombre de Mónica María Useche, su compañera sentimental", indicó el magistrado José Luis Barceló, ponente de la decisión. Aldana fue sentenciado a 182 meses de cárcel, sin embargo, obtuvo una rebaja del 40 por ciento por aceptación de cargos. De esta manera deberá pagar nueve años efectivos en una prisión por los delitos de cohecho, peculado y concierto para delinquir. Al final del fallo, la corte dedica varias páginas para hacer algunas reflexiones frente a la crisis que atraviesa la Justicia. El conteo de funcionarios y exfuncionarios de la rama judicial capturados por hechos de corrupción ya se perdió. De hecho, la semana pasada en un hecho sin precedentes, un expresidente de la Corte Suprema fue enviado a la cárcel."Es preciso señalar que la corrupción no ha permeado totalmente la Justicia colombiana y menos se ha enquistado en ella. Así, aunque afronta una crisis muy dolorosa, las nociones de la transparencia y equidad la siguen definiendo por conducto de funcionarios aptos e idóneos. La Justicia colombiana no se encuentra postrada ni doblegada, y en consecuencia por conducto de sus integrantes comprometidos, que siguen siendo la mayoría, se supera este deplorable trance", se lee en uno de los apartes.La corte envió el expediente a la Fiscalía General para que continúe con el proceso de extinción de dominio de las tres propiedades a nombre de Otto Bula, y que fueron incautadas en el marco de un proceso en contra de los hermanos Ignacio y Juan Fernando Álvarez Meyendorff.