A 45 años de prisión fue condenado Gustavo Adolfo Agámez Lara, el hombre acusado de asesinar a sangre fría a Juan Esteban Álzate, un joven de 15 años de edad, dentro de un bus articulado de TransMilenio, en la noche del 5 de octubre de 2022.
La decisión se tomó tras dos años de un extenso juicio, en el cual el juez rechazó el preacuerdo que había firmado Agámez Lara con la Fiscalía General, y en el cual se fijaba una sentencia de 20 años de cárcel por la aceptación de cargos.
La Procuraduría y los representantes de la familia del joven asesinado manifestaron su oposición, asegurando que no existían motivos para modificar las agravantes del delito, advirtiendo que la ley es muy clara cuando señala que no se puede hacer un preacuerdo con una persona implicada en un crimen contra un menor de edad.
El juez 48 de conocimiento de Bogotá determinó que existían pruebas documentales y testimoniales suficientes para inferir que el acusado atacó con un cuchillo, de manera totalmente injustificada, al joven que lo único que estaba haciendo era defenderse de una agresión por parte de un grupo de pasajeros. Tras atacarlo, salió como si nada del bus, mientras el joven se desangraba dentro del articulado.
En los videos de una de las cámaras de seguridad dentro del bus quedó registrado que, en la estación Zona Industrial, Agámez se subió en compañía de una mujer y una menor de edad. En el bus articulado ya se estaba presentando una agitación entre varios pasajeros, entre ellos Alzate. “Sin ser parte del problema”, el hombre sacó un cuchillo que portaba en su pantalón y atacó directamente a los jóvenes que se encontraban en medio de la discusión.
“En el momento en el que la víctima se encontraba totalmente desprevenida, en un estado de indefensión, y sin mediar palabra alguna, esgrime esa arma blanca a la altura del pecho, lo que le causa una herida en la región del tórax izquierdo”, reveló el fiscal del caso en la audiencia de imputación de cargos celebrada el 14 de octubre de 2022, tras la captura de Agámez en zona rural de Montería, en el departamento de Córdoba.
Uno de los acompañantes del menor, al ver la situación, se abalanzó sobre Agámez Lara. “No bastando con lo que presuntamente usted había hecho, lo agrede a la altura de la cabeza, en la parte derecha”. Por los gritos de los otros pasajeros, el conductor para el vehículo articulado en la estación CDS carrera 32, situación que fue aprovechada por el agresor para salir con su pareja sentimental y la menor “sin ser capturado”.
Los videos y los testigos dejaron ver que el hombre caminaba empuñando el arma blanca. “La víctima queda en la estación gravemente herida, es auxiliada por agentes de la Policía Nacional, que lo trasladan al hospital Santa Clara”. Debido a la gravedad de la herida, el menor de edad falleció en el centro médico.
El fiscal advirtió que Agámez actuó con dolo, puesto que sabía del daño que podía causar con su ataque a las dos personas que se encontraban en el bus. “Usted tendría la calidad de autor material”. En este caso existe una agravante, puesto que la víctima era menor de edad; los hechos se presentaron sin ser parte de la discusión que estaba viendo, es decir, nunca actuó en defensa propia o se sintió amenazado”.
Después de esta acción, el hombre salió del bus como si nada hubiera ocurrido. Cuando tuvo conocimiento de la muerte del joven, emprendió la huida y se escondió en la casa de sus padres, ubicada en zona rural de Montería (Córdoba). Cuando vio la noticia en los medios de comunicación, les confesó a sus padres que él había sido el asesino: “Yo lo hice, yo maté a ese muchacho. Perdón, papá”.
Las pruebas documentales indican que el hombre le reveló a su compañera sentimental que iba a cambiar su aspecto físico para que no lo reconocieran en la calle, ya que su fotografía estaba circulando a nivel nacional, gracias a los videos que lograron captar las cámaras de seguridad tras el cruel acto.