Cuarenta y siete años y nueve meses de prisión, esa es la condena que deberá pagar un hombre a quien la Fiscalía señaló como responsable de abuso y asesinato de una niña de ocho años en el municipio de Tolú, Sucre.
Se trata de Jairo Julio Monterroza, más conocido como el ‘Monstruo de Tolú'. El ente acusador le imputó los delitos de feminicidio agravado en concurso heterogéneo sucesivo con acto sexual violento agravado.
Un juez penal del circuito de Sincelejo emitió la sentencia luego de que el imputado aceptara los cargos. El hecho ocurrió el pasado 25 de enero, en el barrio Costa Azul, donde se halló el cuerpo sin vida de la víctima en el patio de la vivienda de Julio Monterroza.
“El procesado fue capturado en Medellín el pasado 8 de abril por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía Nacional, hasta donde viajó luego de presuntamente cometer el crimen. Se pudo establecer que la menor desapareció el 24 de enero en la tarde cuando fue vista por última vez jugando en la casa del hoy procesado. Al otro día fue encontrada a las 8 de la mañana en ese lugar”, explicó la entidad.
La Fiscalía indicó que se recaudó suficiente material probatorio. “Se pudo establecer que en el suéter de Julio Monterroza se halló sangre de la víctima y en el cuerpo de la menor se encontraron rastros de ADN del procesado, claves para que la Fiscalía pudiera determinar responsabilidad en el crimen. Es de resaltar que el grupo de investigadores de la Fiscalía se apoyó en todo tipo de técnicas forenses; por ejemplo, cotejo del ADN, muestras de sangre y tecnología que incluyó georreferenciación para la posterior ubicación del presunto homicida”.
Mujer permitía que su esposo abusara de su hija
En otros hechos, el pasado 26 de septiembre, una mujer fue enviada a la cárcel por permitir que cometieran vejámenes a su propia hija, en Ipiales, Nariño.
Los hechos sucedieron hace varios años, pero solo hasta ahora la justicia estaría actuando contra todos los presuntos responsables.
La investigación de la Fiscalía General de la Nación apunta a que la madre permitía que su esposo, es decir, el padre de la pequeña, abusara sexualmente de ella, y además grabara las violaciones y subiera el contenido explícito a redes sociales.
Para el momento en que sucedieron estos abusos, en 2016 la niña tenía solo once años de edad, y fue gracias a la denuncia de una tía de la menor, quien contó las atrocidades, que todo salió a la luz.
Las pesquisas adelantadas por la Fiscalía permitieron establecer la presunta participación de la mujer en dichos abusos, lo cual llevó a un juez a pedir su captura. Finalmente, la madre fue detenida por agentes de la Policía el 22 de septiembre en el barrio Sarasty de Ipiales.