Por considerar que sufrió daños graves durante el tiempo que estuvo en cautiverio, el Consejo de Estado condenó a la Nación, representada en el Ministerio de Defensa, la Policía Nacional y el Departamento del Valle del Cauca por los hechos que rodearon el secuestro del diputado Sigifredo López Tobón por parte de la guerrilla de las Farc el 11 de abril de 2002. El alto tribunal ordenó, como indemnización por los perjuicios morales, el pago de 200 salarios mínimos legales vigentes.
En el debate jurídico, el alto tribunal determinó que existe evidencia suficiente para concluir el daño psicológico que sufrió el exdiputado del Valle del Cauca durante su cautiverio, contrariando así los argumentos de los organismos demandados. “Según la certificación de salud mental del 15 de marzo de 2021, suscrita por el médico psiquiatra Álvaro José Montoya Villafañe, el señor Sigifredo López Tobón padece “reacciones ansiosas y depresivas, alteraciones de adaptación que afectaron su relación de pareja y su relación con los hijos como consecuencia de haber sido secuestrado”.
En este sentido también se citó la declaración entregada por el médico en el que explicó las “reacciones emocionales, ansiosas y depresivas” que sufría el dirigente político, indicando que se relacionaban con la angustia y tristeza profunda de la víctima. “Se le preguntó por las ‘alteraciones de adaptación que afectaron su relación de pareja y su relación con los hijos’, frente a lo cual indicó que tenía reacciones exageradas que dificultaban la convivencia cotidiana, precisando que, aunque la víctima mantiene control sobre pensamientos y sentimientos y comportamientos, presenta situaciones importantes de alteración emocional”.
En el fallo de 32 páginas, el Consejo de Estado concluyó que Sigifredo López fue sometido a tratos inhumanos y degradantes durante su secuestro, situación que afectó gravemente su salud.
“No hay duda de la gravedad de la afectación moral que supuso el secuestro que sufrió el señor Sigifredo López Tobón, tanto para él y para su familia, ya que su permanencia en cautiverio alcanzó un lapso de 8 años aproximadamente, padeció condiciones de cautiverio selvático a manos de miembros insurgentes, atestiguó la masacre de sus compañeros diputados que fueron raptados con él, y su secuestro fue determinado por móviles políticos”, señala la decisión.
En este sentido se advierte que existió una gran intensidad del daño padecido por el dirigente político, “ya que no se trató de una privación de la libertad en la que la víctima fuera recluida en un escenario con garantías de respeto por su dignidad humana y por sus derechos mínimos, como aquellos casos en los que el Estado retienen injustificadamente un ciudadano y frente a lo cuales esta Corporación ha definido como criterio indemnizatorio la suma reconocida por el Tribuna, sino que se trató de un secuestro en condiciones violatorias de la dignidad humana, el cual lleva consigo la vulneración múltiple y constante de arios derechos y garantías de la víctima”, precisa.
López Tobón fue el único sobreviviente del secuestro de los once diputados de la Asamblea del Valle del Cauca. El 18 de junio de 2007 se confirmó que los guerrilleros de las Farc los asesinaron con un tiro de gracia tras creer que se estaba adelantando un operativo de rescate.
En ese momento, Sigifredo no se encontraba con su grupo puesto que había sido aislado como modo de castigo por haber increpado a uno de los secuestradores.
En mayo de 2012, el exdiputado fue capturado por la Fiscalía General. En esa oportunidad se le señaló como cómplice de los guerrilleros de las Farc que habían ejecutado el secuestro y asesinato de sus compañeros.
Como prueba central se reveló un video de un supuesto hombre que reconocía a López como uno de los participes de la acción. Después de una intensa batalla jurídica se comprobó que era una prueba falsa.