La Fiscalía General de la Nación confirmó este domingo 5 de mayo que, en atención a un recurso de apelación presentado por el ente acusador, un juez penal de conocimiento condenó a 27 años de prisión a cinco hombres que participaron en la desaparición de un comerciante de celulares, en hechos ocurridos en Acevedo (Huila), el 21 de enero de 2019. Entre los condenados está un patrullero de la Policía.
Los investigadores que trabajaron durante cinco años en el caso presentaron material probatorio suficiente que demostró que el cuerpo de la víctima fue desmembrado, envuelto en bolsas plásticas y arrojado a un río.
La pesquisa logró que se revocara un fallo de primera instancia que había absuelto a los involucrados, y los declaró responsables de los delitos de desaparición forzada y concierto para delinquir, ambas conductas agravadas. Adicionalmente, dispuso la captura inmediata para que cumplan la pena en centro carcelario.
Los sentenciados son los hermanos Henry y Fredy Espinosa Guevara, John Jairo Plaza Facundo, Henry Soto Majé y el patrullero Henry Mejía Orozco.
Las pruebas obtenidas por un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos demostraron que los hoy condenados hacían parte de una red dedicada a la comercialización de clorhidrato de cocaína en los departamentos de Cauca y Caquetá.
El cruel plan habría sido planeado en un billar, donde se reunieron los hoy condenados, el 20 de enero de 2019. Allí coordinaron todos los detalles, sabían que su víctima tenía que desplazarse el siguiente día a Neiva, para solicitar la expedición del pasaporte, así que uno de ellos se ofreció para transportarlo. Él aceptó, completamente ingenuo de la trampa que le tendieron.
El hombre fue abordado en el camino por los demás involucrados en el homicidio. A los delincuentes no les bastó con asesinarlo, sino que lo desmembraron y ocultaron las partes del cuerpo en bolsas negras y las arrojaron al río Magdalena, en el sector de Altos de Pericongo, ubicado en la vía Altamira-Timaná.
Ezequiel Martínez Lugo fue la fatídica víctima. Él salió de su casa a las seis de la mañana, acompañado de Rodolfo Useche González, en un campero; tenían previsto viajar a Panamá a comprar mercancía entre celulares y accesorios para el negocio que tenían en marcha.
En su momento, la Fiscalía señaló que la motivación del crimen habría sido que la víctima, al parecer, había recibido de miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes varios kilos de coca para su venta; sin embargo, no habría reportado el dinero producto de la misma ni habría devuelto la mercancía.