Hace más de tres años el barrio San Bernardo estaba dando señales de una transformación aterradora. Las calles, que eran transitables, se convirtieron en trampas mortales con la complicidad de policías amigos de traficantes y funcionarios de trabajo social que consumen estupefacientes en la zona.

Fue en ese barrio donde la niña Lynda Michelle Amaya fue secuestrada, torturada y asesinada, según un juez, a manos de un delincuente conocido con el alias de Pirry, cabecilla criminal en esta zona de la capital del país, ahora bajo control del temido Tren de Aragua.

En la tarde de este jueves, la Fiscalía y las víctimas del asesinato de Lynda Michelle lograron que alias Pirry fuera condenado. Un juez en Bogotá concluyó que las pruebas presentadas en casi dos años de juicio eran suficientes para establecer la presunta responsabilidad de alias Pirry en el crimen.

“Mi hija fue raptada, secuestrada, torturada y asesinada en estado de indefensión a manos de la banda criminal Tasmania, que son el terror del barrio San Bernardo, y que se ha convertido en nuevo Bronx de Bogotá. El jefe de la banda es alias Pirry, es el que da la orden de que mi hija sea asesinada vilmente, mientras él y sus hampones se reían y disfrutaban de lo que acababan de hacer”, dijo Natalia Amaya Bodegas, madre de Lynda Michell.

Hace unas semanas se advirtió por cuenta de las víctimas la posibilidad de que alias Pirry quedara en libertad por vencimiento de términos. Una alerta que fue acogida por la justicia y que ahora, con la condena en su contra, le da un respiro al proceso y concluye que este conocido criminal fue el responsable del asesinato.

“Por eso es importante alcanzar la justicia en este caso, que la Fiscalía General de la Nación que ahora está bajo la directriz de la doctora Luz Adriana Camargo nos puede ayudar a que Colombia salga de ese letargo, de ese retraso, de esa derrota contra la lucha de esa clase de fenómenos y este delito fue dejado abandonado”, dijo el abogado Alejandro Carranza, abogado de las víctimas.

Lynda Michelle Amaya terminó en las fauces del barrio San Bernardo y nadie sabe cómo llegó a ese sector. Su mamá se metió en ese sector y se enfrentó a los criminales por conocer la verdad y su valentía ahora está reflejada en la sentencia condenatoria contra alias Pirry. Sin ese trabajo y el apoyo de los abogados que la acompañaron en el juicio, este delincuente seguramente estaría en libertad.

Se espera que en las próximas semanas el mismo juez fije el monto de la pena, los años que tendrá que pasar en la cárcel alias Pirry, por el asesinato de la niña. Por ahora solo se conoce el sentido del fallo, que resolvió y concluyó la responsabilidad que tendría en este crimen el cabecilla y que ahora se convierte en condenado.