Un crimen atroz registraron las autoridades el viernes de la semana pasada en la capital. En medio de la fría noche bogotana miembros de la Policía rescataron a una mujer en la zona de San Andresito de la calle 38, que habría sido víctima de un abuso sexual mientras conducía un bus del SITP. El país se escandalizó. Con este episodio se ponía en evidencia, una vez más, la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad del sistema de transporte público de Bogotá. Ya hacía algunos meses, decenas de ciudadanos habían sido asaltados cuando se movilizaban en un bus de Transmilenio en el norte de la ciudad. Sin embargo, este lunes el caso tuvo un giro radical. Aunque las autoridades entregaron retratos hablados de los dos hombres y la mujer que habrían participado en los hechos, hace algunas horas el director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, dijo que encontraron inconsistencias en los relatos, por lo que han inferido que "la violación nunca existió". "Después de tres días de investigaciones, la mujer de 35 años confesó que no se presentó agresión sexual como inicialmente lo informó, y que, por el contrario, mintió para buscar un beneficio personal. Tal revelación coincidió con la ausencia de hallazgos en las inspecciones, entrevistas y cotejos realizados por policía judicial, así como las inconsistencias detectadas en las versiones y la falta de claridad para elaborar los retratos hablados", dijo este lunes la Policía Nacional. Claudia Alejandra Betancourt no pudo sostener por mucho tiempo la mentira. Entre los confusos hechos y versiones que han conocido las autoridades, la fiscal Claudia Piedad González, coordinadora del Centro de Atención Penal Integral a Víctimas, informó que la denuncia que presentó la mujer habría sido para lograr una mejoría laboral. Tras la denuncia y la exposición mediática, las autoridades actuaron casi instantáneamente. Buscaban frenéticamente los responsables de tan aberrante hecho. El país se volcó en busca de los victimarios basados en los retratos hablados que entregó la Policía Nacional. Según la mujer, todo comenzó cuando hacía la ruta Patio Bonito-Paloquemao. En el recorrido recogió dos hombres y una mujer que la amenazaron con arma blanca. Uno de ellos pasó al volante mientras los otros la sometieron y la llevaron a la parte trasera del bus, donde presuntamente había sido abusada y maltratada. Inmediatamente las autoridades activaron la búsqueda de los responsables. Se hizo la entrevista a la víctima y se realizó el examen médico legal como pruebas exploración dactiloscópica y forense al vehículo. Además, se realizó el retrato hablado de los posibles agresores y se reconstruyó el recorrido de la ruta. Sin embargo, para las autoridades las piezas no encajaban. De las evidencias recolectadas nació la gran inquietud sobre si la mujer estaba mintiendo. Finalmente, el domingo, ella misma contó que todo había sido objeto de su imaginación y que el presunto asalto sexual y las lesiones recibidas no habían ocurrido. "Así el acceso carnal violento que ella refirió no existió", dijo la coordinadora del Centro de Atención Penal Integral a Victimas. Ahora, muchos se preguntan cuál será la suerte jurídica de Claudia Alejandra Betancourt. Al parecer, enfrentará un proceso penal en su contra por falsa denuncia, que le podría acarrear una pena de cuatro a seis años de cárcel. Además, la fiscal del caso indicó que van a investigar por qué, en su momento, el Instituto de Medicina Legal informó que sí había existido la agresión contra la mujer.