Este miércoles, el candidato presidencial Gustavo Petro anunciará a Francia Márquez como su fórmula vicepresidencial. La líder social del Cauca, integrante del Pacto Histórico, ha sido reconocida como el fenómeno político del momento en Colombia.
En la consulta presidencial obtuvo más de 783.000 votos y, de hecho, superó a Sergio Fajardo de la coalición Centro Esperanza, quien obtuvo cerca de 723.000.
En las últimas semanas, Francia Márquez había hablado de la necesidad de “honrar la palabra”, pues Petro había prometido que el segundo en la votación de la consulta del Pacto Histórico sería la fórmula vicepresidencial del ganador.
La presencia de Márquez en la campaña presidencial de Petro impulsará el voto de las comunidades afro y de líderes sociales que la han acompañado a lo largo de su trabajo comunitario. Con apenas 40 años, Francia Márquez, de Yolombó (Cauca), conquistó el pasado 13 de marzo una victoria incontestable con 783.000 votos que la ubicaron de segunda en la carrera presidencial del Pacto Histórico lo que la convirtió en la fórmula irrefutable de Petro en la contienda.
Francia Márquez perdió en la consulta, pero ganó mucho con su foto por primera vez en un tarjetón. Mujer, cabeza de familia, afrodescendiente y líder ambiental, más que virtudes, son obstáculos para conquistar la Casa de Nariño en un país machista como Colombia. Aun así, sacó más votos que muchos precandidatos con mayor trayectoria y a quienes las encuestas les daban más posibilidades, como Sergio Fajardo (723.000 votos), Álex Char (706.500), Alejandro Gaviria (336.300), Enrique Peñalosa (231.500) y Camilo Romero (226.900).
Francia dio puntadas de su carácter en la presente campaña, cuando ninguno de sus candidatos al Senado fue incluido dentro de los primeros 20 renglones de la lista cerrada del Pacto Histórico, y amagó con marginarse del proyecto. También generó impacto en un debate en el que les ‘jaló las orejas’ a todos los precandidatos al señalarlos de formar parte de los gobiernos desde hace 30 años, y a Ingrid Betancourt, por ejemplo, la cuestionó con una frase que en su momento se hizo viral: “Uno no puede venir cada cuatro años a hacer política”.
La desconocida para medio país lleva una trayectoria de casi 20 años reivindicando luchas en el Cauca. Por ejemplo, hace 20 años, cuando Ingrid Betancourt fue secuestrada siendo candidata presidencial, Francia había participado, a sus 15 años, en una acción colectiva de niños, jóvenes y mujeres para atajar el megaproyecto de desviación del río Ovejas a la represa Salvajina (Suárez, Cauca), debido a su impacto ambiental. Desde entonces, su liderazgo ha sido muro de contención contra la minería ilegal y empezó a tener más reconocimiento en Europa que en el país.
En 2018 obtuvo el Premio Goldman, el nobel para el medioambiente, y en 2019 la BBC de Londres la incluyó en la lista de las 100 mujeres más influyentes del mundo. Por eso no deja de ser gratuito que la mayoría de votos que respaldaron a Francia (24 %) los haya obtenido de los colombianos residentes en el exterior. En el país, Chocó y Antioquia fueron los departamentos donde obtuvo 23 % de la votación del Pacto, aunque en el feudo uribista algunos hayan marcado su foto solo para votar contra Petro.
Nadie dudaba que el exalcalde de Bogotá arrasaría en la consulta. Francia, por su parte, se concentró en presentar sus propuestas por redes, en las que su imagen publicitaria, de perfil, con la camisa remangada y el puño levantado, hizo recordar la icónica We Can Do It!, campaña publicitaria de 1943 que invitaba a las mujeres trabajadoras a levantar la moral después de la Segunda Guerra Mundial.
Más allá del voto de opinión que cautivó, Francia estuvo arropada por la estructura del Polo Democrático, partido que le dio el aval, principalmente en el Valle del Cauca, donde el reelegido senador Alexander López Maya la acompañó en sus sencillas manifestaciones.
En las visitas que adelantó por el resto del país, quienes apenas la conocieron quedaron sorprendidos por su sencillez y carisma. Francia Márquez, como lo fue Galán a comienzos de los años ochenta, se convirtió en el nuevo fenómeno político del país y su irrupción fue asumida como el aliento de la generación que no pierde la esperanza de derrotar a la clase política tradicional. Las urnas valorizaron su pase, como se diría en el fútbol, y Petro, que no se comprometió a ofrecerle la Vicepresidencia antes de la consulta, finalmente decidió tenerla como fórmula para no perder votos en la primera vuelta. Por eso, para quien es considerada la nobel colombiana del medioambiente, perder fue ganar mucho.