Ante el hallazgo de la avioneta que había sido reportada como desaparecida el pasado primero de mayo, cuando cubría la ruta entre Araracuara y San José del Guaviare, SEMANA conoció de quién sería el cuerpo sin vida que encontraron junto a la aeronave.
El cadáver correspondería al de Hernando Murcia Morales, piloto adscrito a la compañía Avianline Charter’s, información que fue confirmada por su esposa, identificada como Olga Lucía Vizcaíno, quien dijo en este medio que es “la única información que tengo”.
Así mismo, esta mujer pide mucha cautela ante la difícil situación que está enfrentando en estos momentos junto con sus dos hijas, “estoy aquí en mi dolor con mis niñas”.
De igual modo, se pudo conocer que la empresa Avianline Charter’s fue la encargada de darle la noticia a la esposa del piloto, y además mediante un comunicado expresaron sus condolencias.
“Como compañía nos sentimos abatidos, no es fácil recibir ni tener que dar este tipo de noticias, este dolor empaña a la compañía y a las familias. Estaremos acompañando a las familias brindando todo nuestra apoyo y solidaridad. Que Dios nos dé la fuerza para enfrentar la pérdida. Enviamos condolencias a todas las familias, lo sentimos de corazón”, señaló la entidad.
Lo cierto es que en medio del trayecto, este piloto de 55 años notificó a la torre de control que tenía una aparente falla en el motor; a las 7:34 a. m. de ese lunes festivo (primero de mayo), se declaró en emergencia y se perdió del radar.
Sin embargo, después de 15 días, la Unidad Administrativa Especial de la Aeronáutica Civil confirmó que, luego de 370 horas de búsqueda, la aeronave fue ubicada en la vereda Palma Rosa del municipio de Solano, Caquetá.
Lo que se ha podido conocer es que las otras seis personas permanecen desaparecidas, ellos son: Hermán Mendoza Hernández, quien es director de la fundación de profesionales indígenas Yetara, donde además también viajaban en la aeronave Magdalena Mucutuy Valencia (33 años) y sus hijos: Solemni Ranoque Mucutuy (nueve años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (cuatro años), Crisstin Nerimam Ranoque Mucutuy (11 meses) y Leslie Bombai Mucutuy (13 años).
Hasta el momento, hay dos hipótesis de lo que pudo haber ocurrido con los demás ocupantes de esta avioneta. La primera es que cayeron del cielo cuando colapsó el motor y la segunda es que están caminando en la selva. De momento, las autoridades siguen en las labores de rescate y hay una pista clave que les da esperanza.
Las unidades especiales de las Fuerzas Militares recuperaron un tetero en una de las montañas del Guaviare que pertenecería al bebé de 11 meses que viajaba con sus familiares, por lo que no se descarta que sigan con vida y estén buscando ayuda.
Estos uniformados lideran las tareas junto a la Fuerza Aérea Colombiana, el Servicio de Búsqueda y Rescate de la Aerocivil, la Defensa Civil, el Cuerpo Nacional de Bomberos, la Cruz Roja e integrantes de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana.
“Todas las organizaciones y entidades que participan en la búsqueda y rescate mantienen viva la esperanza y dirigirán todos los esfuerzos hacia la posibilidad de encontrar con vida a los otros seis ocupantes de la aeronave”, reportó la entidad.
Paralelamente, expertos de la Dirección de Investigación de Accidentes del Gobierno nacional asumieron los estudios para determinar las causas del incidente.