Como informó SEMANA, el presidente Lidio García, quien dirige hasta el próximo lunes el Congreso de la República, ya tomó la decisión de realizar la instalación de la siguiente legislatura de forma virtual con el argumento de salvaguardar la integridad de los parlamentarios y previniendo que el Capitolio pueda convertirse en un foco de contagios.

Varios congresistas han reaccionado a la decisión de García. Algunos de ellos dicen que no la comparten y que irán a sesionar presencialmente, pese a que el país enfrenta el pico epidemiológico de la pandemia.Por primera vez en su historia, la instalación del Congreso será virtualEs el caso de la representante Katherine Miranda, de la Alianza Verde, que ha dicho que no está de acuerdo con esta forma de sesionar y que llegará al Capitolio."Tenemos que dar ejemplo y asistir con todas las medidas de seguridad. Hay que ir a sesionar y por eso, junto a otro grupo de congresistas de oposición, asistiré el 20 de julio”, dijo.Esta no será la primera vez que un grupo de parlamentarios realiza una acción similar. Precisamente la representante de la Alianza Verde, junto a otros representantes de partidos opositores hicieron presencia en el recinto la pasada legislatura, mostrando su inconformidad con las sesiones virtuales. El hecho llamó la atención del presidente de la Cámara, Carlos Cuenca, quien posteriormente desarrolló algunas sesiones semipresenciales.Algunos de los parlamentarios que asistirán el 20 de julio son Gustavo Petro, María José Pizarro, Inti Asprilla, Catalina Ortiz, Wilmer Leal, León Fredy Muñoz, David Racero, Antonio Sanguino y Germán Navas Talero.

Entre las razones que presenta Miranda para asistir, menciona que la Constitución la respalda. “Yo tengo un mandato popular y este dice que las sesiones se hacen en el Congreso de la República, en el recinto en Bogotá”.Agrega que el fallo reciente de la Corte Constitucional también la blinda jurídicamente. “La semana pasada la Corte se pronunció y dijo que no se podía prohibir la presencia de congresistas en el recinto, que se tenía que asegurar, entonces me tienen que brindar todas las medidas de bioseguridad”.También agregó a sus críticas que mientras varios sectores de los colombianos salen a trabajar ellos no asisten presencialmente a sus labores. “Me parece una doble moral absurda y creo que precisamente el Congreso representa a colombianos y somos nosotros quienes tenemos que dar ejemplo” asegura la parlamentaria.

Por otro lado, se presentan voces a favor de la decisión de García. Según mencionó el senador Gabriel Velasco, “la presencialidad es lo deseable pero en situaciones extraordinarias se deben tomar medidas de este tipo y creo que la virtualidad ha demostrado ser una posibilidad real y efectiva como se evidenció en la legislatura pasada para hacer el control político, aprobar proyectos de ley y las demás labores que realiza el Congreso”.Además, considera que el órgano legislativo no se trata de un espacio físico como tal sino de un entorno en el que se discuten las ideas y proyectos.“Lo que nosotros hacemos es legislar más allá de un sitio, de unas columnas, de un atril y nuestra labor, que es la discusión de ideas, se puede dar en cualquier lugar dentro de los parámetros de la Constitución”, dijo Velasco."Hay un número muy significativo de congresistas que tienen preexistencias, otros que son mayores de 70 años y, el riesgo más significativo, es que nos enfrentaremos al pico de la pandemia y tendríamos un gran número de personas reunidas, lo cual puede ser un foco de contagio para llevar a las regiones y seguir generando el crecimiento del virus”, aseguró. Así mismo, menciona que las sesiones virtuales han funcionado y que no son un impedimento para que el Congreso desarrolle sus funciones. “Yo creo que es un riesgo muy alto y adicionalmente siento que el Congreso de la República en la legislatura pasada demostró que las sesiones virtuales funcionan bastante bien para legislar y para hacer el control político”.

Hay otros parlamentarios que se han expresado sobre la decisión pero que tienen una posición intermedia, como es el caso del representante por Cambio Radical José Daniel López, quien ha sido uno de los principales promotores de que se realicen las sesiones virtuales, apelando al uso de los recursos y la tecnología.López asegura que “aunque he defendido la posibilidad de que el Congreso sesione virtualmente, me genera dudas que vayamos a ejercer el voto secreto de forma virtual. En mi opinión, virtualidad y voto secreto son incomprensibles, pues no queda un medio de prueba que dé fe de la veracidad del resultado electoral”.Precisamente, una de las razones que ha argumentado Miranda para contrarrestar las sesiones virtuales es que no se les brindan las garantías necesarias y hasta denuncia que les apagan los micrófonos o los sacan de la sala.Al respecto Velasco dice que “cuando uno revisa los debates de control político uno lo que ha visto es que en las plenarias el quórum ha sido casi que completo e incluso la mayor parte del tiempo han estado todos los senadores, no se ha caído ningún proyecto por ausentismo, lo que hemos visto es que más congresistas están haciendo uso de la palabra entrando en la deliberación e incluso creo que los debates han sido mucho más largos, con más posibilidades y garantías para que se pueda generar la discusión”.Igualmente, agrega que es cierto que se pueden mejorar las condiciones y los mecanismos para sesionar. “Yo creo que hay una oportunidad de mejora como en muchos procesos para poder generar más garantías” y que “los que más se quejan son los que más oportunidad de la palabra han tenido”.Frente a este panorama se ha conocido también que las directivas salientes del Congreso estudian los mecanismos por los cuales se podrá llevar a cabo la votación para escoger los próximos presidentes de ambas corporaciones, aunque aún no se han hecho pronunciamientos oficiales al respecto.Sin embargo, según comentan los congresistas consultados, hasta el momento no han sido notificados de cómo se llevará este proceso, pero han conocido de primera mano que el viernes se harán algunas pruebas para que se permita la votación secreta de forma remota y se brinden todas las garantías para cumplir la ley quinta que rige el Congreso y sus funciones.