A plena luz del día, en medio de un cultivo de caña, en Guachené, Cauca, apareció el cuerpo de una mujer identificada como Mónica Ximena Carabalí, de 40 años. Al parecer, la causa de muerte fue asfixia. Hasta el área rural llegó un grupo de investigadores, el cual realizó el levantamiento del cadáver.
Según pudo establecer SEMANA, sobre la 1 de la tarde de este viernes el cuerpo llegó a Medicina Legal de Santander de Quilichao, municipio ubicado a menos de una hora del lugar en donde se dio el macabro hallazgo.
Un equipo de médicos forenses adelanta los estudios pertinentes para identificar si la mujer fue víctima de abuso sexual. La manera en la que fue encontrada casi desnuda y con prendas de vestir junto al cadáver, pareciera indicar que fue violentada sexualmente.
Mónica Ximena Carabalí es reconocida en la comunidad por vender loterías. Algunos habitantes del sector indica que en los últimos días la mujer afrodescendiente se habría mostrado en desacuerdo con la invasión de tierras en el departamento del Cauca.
La víctima fue asesinada muy cerca de su lugar de residencia en la vereda Llano de Tabla. Sobre las 8 de la mañana, trabajadores de un ingenio azucarero se percataron que el cuerpo de la mujer estaba tendido boca abajo, con la ropa debajo de la rodilla y un lazo con el cual habría sido asfixiada a menos de dos metros de distancia.
Un tío, la hermana y una sobrina manifiestan que Carabalí salió a trabajar en su bicicleta. A ella la describen como una mujer trabajadora y noble. Los hechos ocurrieron en el mismo sector en el que hace varios días se viene presentando enfrentamientos entre la comunidad y los indígenas que llegaron a invadir los terrenos.
La personera de Guachené, Ximena Bastidas, rechazó lo sucedido, indicando que “la vida se respeta”, pues es un derecho fundamental que no debería ser vulnerado; además, aseguró que el pasado miércoles estuvo reunida con el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, la ministra de Agricultura, Cecilia López, y otros delegados del Gobierno nacional para buscar soluciones que mitiguen el conflicto en la región.
La situación de orden público en el Cauca es cada vez más difícil. El pasado miércoles, un equipo periodístico de SEMANA se salvó de un artefacto explosivo instalado en el sector Los Cabuyos de la vía que comunica a Padilla con la vereda El Tetillo, en el norte del Cauca. Las autoridades lo detonaron de manera controlada.
Este hecho se suma a la destrucción con explosivos registrada el fin de semana del puente Guabito, el cual comunica a los municipios de Padilla y Guachené. En esta región del país hay un agudo conflicto por invasión de tierras por parte de indígenas que reclaman un derecho ancestral sobre los terrenos sembrados con caña de azúcar.
El artefacto detonado de manera controlada, y que afortunadamente no dejó heridos, había sido elaborado artesanalmente. La instalación de este explosivo tendría como objetivo cercar a la comunidad de El Tetillo, donde hay afros que le han hecho frente a la invasión de tierras que adelantan los indígenas en el norte del Cauca.
“La finalidad era hacernos daño a nosotros, hacernos un llamado de atención para que no estemos más en este lugar, ya que este es un punto donde estábamos controlando el ingreso de los indígenas hacia esta zona”, dijo un trabajador a SEMANA.
En cuanto se detectó la presencia del artefacto, un equipo de antiexplosivos del Ejército Nacional se trasladó al lugar para verificar la situación y, posteriormente, hacer la detonación controlada.