Los habitantes del municipio de Purísima, en el departamento de Córdoba, se encuentran consternados por el asesinato de un niño de siete años, en hechos ocurridos en la vereda Arroyo Hondo, en la región del Bajo Sinú.
De acuerdo con los testimonios de algunos habitantes de esa zona, el menor recibió un disparo con una escopeta que habría sido accionada por un profesor de la región. Aseguran que el pequeño, junto a su mamá, habrían ingresado a un predio de propiedad del docente a recoger unos limones.
Gravemente herido, el pequeño fue trasladado con vida a un hospital, pero debido a la gravedad de las heridas los galenos no pudieron salvarle la vida. Tras conocerse el deceso del menor, afirman que algunos pobladores intentaron quemar el predio.
Sobre el presunto responsable, el educador al parecer se encontraría prófugo de la justicia, por lo que es buscado por las autoridades para que responda ante la justicia.
El pasado lunes en la mañana una mujer también habría asesinado a su hijo de siete años, en hechos ocurridos en el barrio Ciudadela 20 de Julio, sur de Barranquilla. Al parecer, el menor habría sido asfixiado.
La Policía Metropolitana de Barranquilla informó en ese momento que la mujer de 40 años debió ser trasladada a un centro médico, tras intentar quitarse la vida, una vez habría cometido el crimen. Información preliminar señala que la madre habría asfixiado a su hijo tras ponerle una almohada en su rostro.
Además, las autoridades indicaron que la presunta asesina sufre de episodios de depresión. La familia de la mujer habría narrado que ella intentó quitarse la vida lesionándose sus manos con un arma blanca. Posteriormente, se comunicó telefónicamente con su pareja para informarle lo acontecido horas más tarde.
Ahora se encuentra capturada y deberá responder ante la justicia.
En otro hecho, un juez dejó en libertad al presunto asesino de la pequeña Celeste Gómez, de un año de edad, quien murió en días pasados en Cali tras recibir un impacto con arma de fuego, al parecer por parte de Camilo Alberto Gaitán, mientras este se encontraba en medio de un enfrentamiento entre las barras del Deportivo Cali y América.
La Fiscalía le imputó a Gaitán los cargos de homicidio agravado y tentativa de homicidio, además de la solicitud de medida de aseguramiento en una cárcel, pero la jueza determinó que no existía suficiente material probatorio para definir si el hombre es culpable de la muerte de la niña.
Tras la decisión, la Fiscalía apeló la decisión de la jueza y, aunque Gaitán quedó en libertad, seguirá vinculado al caso de la menor hasta que este se resuelva.
“Mi hijo no ha hecho nada malo, estuvo en mi casa el día de los hechos, a él lo detuvieron y supuestamente le iban hacer la prueba de pólvora, pero nunca entregaron los resultados”, dijo la mamá del imputado, según Blu Radio.
El ente investigador aseguró que el hombre “estaría involucrado en la muerte con arma de fuego de una menor de edad de un año, en hechos ocurridos el pasado 27 de febrero en el barrio 12 de Octubre en Cali”.
De acuerdo con la Fiscalía, las investigaciones permitieron “conocer que dos jóvenes, supuestamente, dispararon indiscriminadamente contra un grupo de personas y un hincha que pintaba un mural alusivo a un equipo de fútbol distinto al de ellos”. Fue en ese momento que, según el ente acusador, una de las balas alcanzó a la pequeña que se encontraba en un parque cercano en compañía de sus padres.
De inmediato la menor fue trasladada a un centro asistencial cercano, pero falleció tres días después ante la gravedad de la herida de bala.
El presunto agresor, Camilo Alberto Gaitán, fue capturado en diligencias de registro y allanamientos realizados por la Fiscalía y la Sijín de la Policía en el barrio Julio Rincón de la Comuna 12.