El río Magdalena es uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo y uno de los principales motores de la economía colombiana, pues su cuenca genera el 80 por ciento del PIB del país. Desde hace unos años se ha buscado la manera de recuperar la navegabilidad para aprovechar su potencial, generar mayor competitividad y desarrollar nuevas oportunidades productivas y logísticas. Sin embargo, debido al deterioro ambiental que ha sufrido desde hace varios años, los futuros proyectos deben estar alineados con un enfoque sostenible que contribuya a su recuperación.
El proyecto APP del río Magdalena busca recuperar su navegabilidad a lo largo de 668 kilómetros entre Barrancabermeja y Barranquilla, con una inversión de 1,5 billones de pesos, garantizando la sostenibilidad social, ambiental y financiera. Así lo afirmó Olga Lucía Ramírez, viceministra de Infraestructura, durante el foro digital ‘El futuro del río Magdalena’.
“Esta megaobra aumentará el transporte de carga, disminuyendo los costos logísticos y convirtiéndolo en eje del multimodalismo en el país, potenciando nuevas oportunidades para comunidades en temas de turismo”, precisó la funcionaria.
Por su parte, Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla, destacó que con esta obra la industria empezará a apostarle al multimodalismo, lo que significa “eficiencia, costos reducidos para industrias del interior del país y valor agregado para nuestros puertos”. De esta manera, Barranquilla se convierte en un nodo portuario que sirve de enlace para movilizar mercancías hacia afuera y dentro de Colombia.
Sin embargo, Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Medio Ambiente y profesor emérito de la Universidad de los Andes, aseguró que no existe un estudio a fondo del costo-beneficio que muestre con claridad que el proyecto es factible. “Yo no puedo afirmar que existe una fórmula para hacerlo viable ambiental, social y económicamente”, y señaló que debido al cambio climático existen grandes riesgos en su implementación.
Claudia Vásquez, directora de The Nature Conservancy, complementó advirtiendo que “el desarrollo económico también depende de la salud de los ecosistemas. Estos dos caminos no se pueden seguir viendo como si fueran opuestos”.
Así las cosas, el proyecto de navegabilidad del río Magdalena solo podría ser exitoso en la medida en que su planeación sea integral, cuente con las herramientas suficientes para la toma de decisiones informadas y tenga en cuenta la opinión de los habitantes de esta zona del país. “Debemos mirar cómo hacer que un proyecto genere beneficio al país, pero a su vez garantice la no pérdida de la biodiversidad y promueva su recuperación”, sostuvo Clara Solano, directora ejecutiva de la Fundación Natura.
Otra de las expectativas que ha generado el proyecto de navegabilidad del río es el fomento del turismo a lo largo de su cauce. Se espera que muy pronto se pueda tener la experiencia de cruceros que permitan potencializar el vibrante patrimonio cultural y natural del Magdalena. Edna Rozo, decana de la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras de la Universidad Externado de Colombia, explicó que es fundamental generar un proyecto integral ecoturístico para el río, por lo cual, el apoyo de las personas que habitan la cuenca será fundamental por sus conocimientos. Además, puso sobre la mesa la importancia de hacer del turismo un instrumento que alivie la pobreza.
Este evento –organizado por Foros Semana, la Alcaldía de Barranquilla, Fundación Natura y The Nature Conservancy– culminó con la urgencia de articular a todos los sectores para que generen acciones enfocadas en la restauración de bosques, la protección de la biodiversidad y la conciencia de lo que significa este tesoro para los colombianos.
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