En el nacimiento del río Bogotá hay vida y su agua puede usarse con fines agrícolas, pero a medida que sigue su curso va recibiendo golpes contaminantes que lo destruyen. Al día, en Suba, recibe 123 toneladas de contaminantes. Luego llega a Fontibón donde sus aguas se mezclan con 590 toneladas de desechos. Por último, antes de llegar a Soacha, en la desembocadura del Tunjuelo, recibe una descarga letal de 616 toneladas de los residuos de las actividades industriales además de los lixiviados del relleno sanitario de Doña Juana. Hace más de siete décadas varios gobernantes de la ciudad han intentado devolverle la vida a este río, pero el proyecto nunca se ha concretado. Al parecer en esta ocasión se avanzará en esta deuda con la ciudad. Justo en Soacha, donde el río Bogotá recibe su estocada final, se planea construr la Planta de Traramiento de Aguas Residuales Canoas, la cual permitiría el tratamiento del 100 por ciento de las aguas de ese municipio y el 70 por ciento de las de Bogotá.    Recomendamos: ¿Estará descontaminado el río Bogotá en ocho años? Este martes el Distrito dio a conocer que el consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) aprobó las vigencias futuras que aseguran los recursos para la construcción de dicha planta, la cual sería la tercera más grande de Latinoamérica. El proyecto tendrá una inversión de 4,5 billones de pesos. La Alcaldía de Bogotá invertirá 2,94 billones de pesos (64,4 por ciento) a partir del 2018; la CAR, 1,5 billones a partir del 2023; y la Gobernación de Cundinamarca, 61.000 millones a través del Plan Departamental de Aguas. Dentro de los aportes del Distrito, 1,48 billones son destinados a la obra y 1,46 a la operación. "Es importante señalar que nosotros hicimos un esfuerzo muy por encima de lo que nos correspondía para lograr este cierre financiero. Aquí en equipo vamos a limpiar por completo el río Bogotá”, dijo el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa. “Este era un propósito que venía desde hace casi 70 años y hasta ahora logra prosperar. Con la construcción y operación de esta planta se completará el 100 por ciento del tratamiento de las aguas residuales de Bogotá que llegan al río, unido al trabajo que ya hace la PTAR Salitre”, afirmó el director de la CAR, Néstor Franco. Agregó que estas vigencias futuras quedan comprometidas desde el 2023 hasta el 2049 para que con el aporte de 1,5 billones de pesos puedan entrar a cofinanciar la segunda planta de tratamiento que requiere la ciudad. Le sugerimos: ¿La planta de Canoas es la salvación del río Bogotá? Este año iniciará el proceso de licitación para la construcción de esta planta.“Ya con los recursos asegurados empezará en las próximas semanas los procesos para la precalificación de las empresas que podrán participar en la licitación para la construcción de esta obra”, indicó el alcalde. Por último, Peñalosa recalcó que el río Bogotá estará completamente descontaminado y que “va a servir además como imán para atraer a los ciudadanos para que vivan cerca del río y no en una ciudad extendida”. La idea es que en ocho años el río Bogotá esté descontaminado.  Puede leer: El ‘ángel guardián‘ del nacimiento del río Bogotá