En la tarde de este viernes 11 de noviembre, el presidente del consorcio chino Metro Línea 1, Wu Yu, que está a cargo de la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, se reunió con los integrantes de la comisión accidental que fue creada entre el Congreso de la República y el Concejo Distrital para hacerle seguimiento a las obras; en el encuentro, el directivo despejó las dudas en torno al futuro del proyecto.

En su intervención, Wu Yu se mostró bastante neutro ante la posibilidad de un metro subterráneo, pero explicó que el consorcio hará únicamente lo que esté estipulado en el contrato y, en dado caso, será a la Empresa Metro de Bogotá a la única a la que le reciba órdenes, pues es con esa entidad con la que tienen el vínculo contractual.

Así las cosas, Wu Yu indicó que el 8 de enero, cuando presenten los estudios y diseños de detalle, ese mismo día el consorcio empezará a ejecutar las obras tal y como está acordado.

Algunos de los asistentes a la reunión le dijeron a SEMANA que si en dado caso el presidente de la República, Gustavo Petro, insiste en hacerle cambios al proyecto, eso generaría implicaciones legales, porque los demás proponentes en el proceso licitatorio podrían demandar a la Nación y al Distrito.

“Ellos (el consorcio chino) dicen que no se están saliendo del contrato estipulado y que lo están cumpliendo a cabalidad, lo que nosotros sí pensamos es que si el presidente insiste en hacerle cambios al proyecto, esto podría generar demandas de los demás proponentes que se presentaron al proceso licitatorio, en contra del Distrito y la Empresa Metro”, le dijo uno de los asistentes a SEMANA.

Elevaría los costos y aumentaría los tiempos de entrega

Ahora, si bien el presidente Wu Yu indicó que el consorcio Metro Línea 1 se va a ceñir a lo que diga el contrato, afirmó que efectivamente el cambiar la tipología del proyecto a un trazado subterráneo elevaría los costos e implicaría mucho más tiempo de entrega.

“En el contexto de Bogotá, el costo de un metro subterráneo versus un metro elevado, hay un costo diferencial”, dijo Wu Yu.

Incluso, en la reunión, el gerente de la Empresa Metro de Bogotá, Leonidas Narváez, habría indicado, según le dijo otra fuente a SEMANA, que de soterrarse el trazado de la Avenida Caracas, la entrada en operación se alargaría tanto a tal punto que podría entrar primero en funcionamiento la segunda línea del Metro, la cual sería adjudicada en 2023 y se espera que pueda entrar en operación en 2032.

Por otra parte, y contrario a lo que ha dicho el presidente Gustavo Petro en forma reiterada en su cuenta de Twitter, de que la primera línea del Metro de Bogotá hoy cuesta 35 billones de pesos, Wu Yu indicó que el costo de inversión tan solo es de 13,8 billones de pesos, más 9 billones por los intereses de financiación, pero en dado caso no llega a los 35 billones.

¿Qué les pidió el presidente Petro?

Tanto el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, como la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, han explicado a la opinión pública que la solicitud que le hizo el presidente Petro, al consorcio chino consiste en hacer un informe de la viabilidad técnica y financiera de la posibilidad de hacer subterráneo el trazado de la Avenida Caracas, pero en la reunión de hoy, Wu Yu dio otra explicación.

“A mí parecer ni siquiera es un estudio, nos comentaron que lo que les pidieron fue un concepto sobre el impacto urbanístico”, le dijo uno de los asistentes a SEMANA.

“Efectivamente, se reunieron con el presidente, pero ellos dicen que contractualmente no está previsto un estudio de ese tipo; en consecuencia, lo que están haciendo es una comparación basada en datos actuales”, dijo otro de los asistentes.