Eduardo Montealegre se lanzó como escudero de la polémica propuesta de una asamblea constituyente sin pasar por el Congreso y basada en el acuerdo de paz. El exfiscal se suma a la idea de que esta se puede realizar por ese camino expedito, pero fue más allá: “La asamblea constituyente tendría la potestad, entre otros temas, de ampliar el periodo presidencial o permitir la reelección inmediata”.
Así lo dijo en una entrevista en La luciérnaga, de Caracol Radio, en la que, además, agregó: “La propuesta del jefe de Estado de convocar por decreto una asamblea constituyente para extender, entre otros motivos, su mandato presidencial”. Y la calificó de “totalmente legítima”.
Montealegre sigue la tesis del presidente de que si el Congreso no hace las grandes reformas del gobierno del cambio, hay que buscar otra vía. “Si el Congreso no cumple con esos desarrollos en Colombia, incurre en responsabilidad internacional. Por esta razón, la única salida es la asamblea constituyente, ¡ya!”, aseguró.
El presidente Gustavo Petro había dicho que no le “interesaba” perpetuarse en el poder.
“A mí personalmente no me interesa para nada la reelección, pero los que sí se aprovecharon de ella y convocaron a la guerra y a la paz, ahora proponen golpes de Estado. La razón es una: incumplieron. No sabían lo que firmaron”, posteó Petro en la red social X.
La idea también había sido lanzada al aire por la senadora Isabel Zuleta. “Somos muchos los activistas que sí queremos una reelección y lo decimos de frente. Además, lo estamos promoviendo”, dijo la senadora en medio de un debate en Cablenoticias.
El exsenador Jorge Robledo aseguró que este es un camino completamente equivocado política y jurídicamente: “Yo sí creo que en ese salto se desnuca. Yo no veo que él tenga ninguna posibilidad de coronar con éxito un golpe de Estado. Es que esas son palabras mayores; un golpe de Estado es violar la Constitución. Tendría que ser algo así como con un decreto, en el que diría: ‘A partir de tal año aquí el presidente se puede reelegir o a partir de tal año la Constitución se cambia de esta manera’. Pero de ahí a terminar encanado, en la cárcel, no hay sino un paso”, dijo Robledo.
La constituyente por la vía del acuerdo de paz
La propuesta fue hecha por Álvaro Leyva la semana pasada. “El acuerdo de paz hoy es un documento que reposa en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esto no es un juego, esto es una cosa muy importante y definitiva frente al mundo. Esos compromisos internacionales son para cumplirlos, no de Santos, sino del Estado colombiano. Eso es lo que tiene hoy el presidente Petro. Y hay una cosa que es bien interesante. El presidente Petro le entregó una carta a Naciones Unidas diciendo: asumo la responsabilidad de Estado y me comprometo, bajo la gravedad de juramento, a incurrir en una responsabilidad internacional en la implementación. Pero es allí, en ese documento, en donde se plasma la posibilidad de recurrir al acuerdo nacional y naturalmente hacer las reformas. Y algunos dicen que no es una constituyente, pero está la definición de constituyente. Usted conoce aquel dicho de blanco es, gallina lo pone y con sal se come. Ahí no dice huevo, pero todo el mundo sabe que es el huevo”, aseguró en entrevista con SEMANA.
Juan Manuel Santos desmintió que el acuerdo de paz permita esta puerta. “Usar el acuerdo de paz con las Farc para convocar a una constituyente es un absurdo, esa fue precisamente una de las líneas rojas que mantuvimos en la negociación”, dijo el exmandatario en un video publicado en la red social Instagram.
“La teoría de que el acuerdo es un acuerdo especial que pueden modificar las partes contratantes tampoco tiene asidero jurídico, porque los acuerdos especiales presuponen que el conflicto entre las partes continúa”, agregó.
Petro le respondió airoso: “A partir de la convocatoria que he hecho al pueblo colombiano para que pase a ser poder constituyente, aparecieron algunas personas críticas diciendo que es un despropósito que yo diga que, después de expedida la Constitución del 91, buscaron la manera de no aplicarla por décadas”.
“La forma paramilitar de gobernar dejó 100.000 muertos, las instituciones en manos de mafias e inexistente el Estado social de derecho. Solo concentraron riqueza mal habida y con sangre y dedicaron el presupuesto público a valorizar las propiedades de los más pudientes”, puntualizó.
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