Un equipo especial de la Cancillería encabezado por el cónsul de Colombia en Haití visitará tres veces a la semana a los exmilitares colombianos detenidos en ese país caribeño, con el objetivo de que se les garantice la protección de los derechos humanos.
La vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, en una declaración que dio en la Casa de Nariño, insistió en que las autoridades de Haití deben permitir que se adelante un debido proceso para los militares en retiro colombianos, vinculados por el magnicidio del primer mandatario de ese país, Jovenel Moïse.
Así mismo, la funcionaria habló nuevamente de la carta que envió al embajador de Haití en Colombia, en la que mostró su preocupación por las condiciones en las que se encuentran los connacionales. “Es una carta que le mandamos al embajador de Haití, pidiéndole que nuestros colombianos tengan la debida asistencia consular, que tengan también asistencia jurídica como los tratados internacionales lo exigen”.
“Y también le mandé hoy una carta a nuestro cónsul para que él esté haciéndoles visita por lo menos tres veces a la semana a los colombianos que se encuentra detenidos en Haití hasta que nos aseguremos de que ellos están en su proceso con todas las garantías de la debida defensa y el debido proceso”, agregó Ramírez.
Además, el pasado fin de semana el presidente Iván Duque fue tajante en señalar que el lamentable magnicidio del primer mandatario del país caribeño no se planeó o ejecutó desde Colombia. Agregó que los intereses políticos de alto nivel que pueden estar detrás de ese magnicidio deben ser materia de investigación por parte de las autoridades.
“Claramente este no es un hecho fraguado en Colombia, sino que aquí hay intereses políticos de mucho más alto pelambre que es importante que se conozcan en Haití, porque aquí hay una gran conspiración donde hay personas que pretendían beneficiarse de ese crimen”, señaló el mandatario colombiano en contacto con el programa Radar del noticiero de Panamá TVN.
Y aseguró el jefe de Estado: “Esos 23 exmiembros de las Fuerzas Militares fueron reclutados por una empresa con sede en Estados Unidos, los tiquetes fueron comprados desde EE. UU., ninguno tenía antecedentes penales y fueron llevados con la supuesta idea de hacer protección en seguridad”.
Y fue más allá el presidente Duque al relatar el papel que tuvieron los exmilitares colombianos en el crimen: “Una vez allá se les cambia el plan y se les dice que van a trabajar en la captura del presidente de Haití con supuestas autoridades extranjeras y cuando viene el momento del hecho un grupo reducido es el que está enterado del asesinato”.
Finalmente, en una primera carta que envió la Cancillería al gobierno de Haití se detalló que de acuerdo con el informe entregado por el cónsul honorario de Colombia en Haití, Julio Santa, los colombianos “no han recibido ninguna clase de asistencia jurídica, al no tener asignados defensores de oficio que protejan el derecho a la defensa y se respeten las garantías judiciales y del debido proceso”.