La Contraloría de Bogotá adelantará una auditoría de desempeño a la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, en cabeza del secretario Alfredo Bateman, y en ella revisará la licitación pública que adelantó la entidad para contratar unas vitrinas virtuales.
Las vitrinas virtuales son una de las partes del programa Bogotá Corazón de Productividad que impulsa esta instancia de la Alcaldía de Bogotá y buscan habilitar una plataforma que permita hacer un recorrido virtual para conocer información de mediadas y pequeñas empresas, también conocidas como Mipymes.
SEMANA conoció en exclusiva que el órgano de control programó una auditoría a la Secretaría entre el 26 de septiembre al 22 de diciembre de este año en la que se incluirá una revisión exhaustiva a la licitación pública 004-2022.
Se trata de una licitación por 5.000 millones de pesos con la cual la Secretaría de Desarrollo Económico busca mejorar la dinámica de la economía local en Bogotá, incrementar la productividad de las Mipymes y fortalecer el tejido empresarial. SEMANA reveló en exclusiva que este proceso licitatorio dejó varias dudas sobre la mesa.
El propósito general de la Secretaría es crear el programa Bogotá Corazón de Productividad, para lo cual hay tres ejes estratégicos. El primero es un circuito presencial, es decir la implementación de estrategias comerciales -ferias- de carácter presencial que ayuden a exhibir los productos o servicios de las Mipymes.
Un segundo eje está relacionado con la visibilidad y el posicionamiento comercial, esto es posicionar las marcas de cada una de las empresas. Y el tercero es el de las vitrinas comerciales, las cuales buscan poner al servicio de la entidad una plataforma que permita hacer un recorrido virtual por toda Bogotá en el cual se detalle la ubicación e información de 1.750 Mipymes. Este es el que mayor presupuesto tiene y en el que está puesta la lupa.
Para el desarrollo de esas vitrinas virtuales, la Secretaría, en los estudios previos, identificó cinco zonas de Bogotá en las que hay importante presencia de micro y pequeñas empresas: 7 de Agosto, con industria de ciclismo; 12 de Octubre, fabricación de muebles; Restrepo, cuero, calzado y marroquinería; La Alquería – Venecia, textiles, y San Felipe, industrias creativas y culturales.
Eso quiere decir que las 1.750 Mipymes que se van a incluir en esa vitrina virtual deben ser de estas zonas de la capital del país. Para este eje estratégico de vitrinas virtuales, la Secretaría destinó la mayor parte de los recursos: más de 2.000 millones de pesos.
Lo que llama la atención es que a pesar de que las vitrinas virtuales se tratan de un tema muy ligado a las tecnologías de la información y las comunicaciones, la Secretaría no vinculó al proceso de licitación a la Subdirección de Informática y Sistemas, la cual tiene por obligación, según el decreto de la Alcaldía de Bogotá que modificó la estructura organizacional de la Secretaría, asesorar institucionalmente en los temas relacionados con TIC.
Desde el primer momento, la Subdirección de Informática mostró su desacuerdo ante la Dirección de Competitividad por no participar del proceso y curiosamente, según conoció SEMANA, una vez pasada la ley de garantías, el secretario, Alfredo Bateman, decidió declarar insubsistente al entonces subdirector.
El secretario Bateman le aseguró a SEMANA en su momento que, desde el inicio del proceso de construcción de la invitación a cotizar y elaboración de los requerimientos, se vinculó a la Subdirección de Informática y que incluso en una reunión presencial, el 19 de abril de 2022, se presentó al entonces subdirector, el proyecto de cotización para la Vitrina Comercial Virtual y se le preguntó sobre las necesidades a tener en cuenta desde el área de Sistemas, para estar alineados en cuanto a los requerimientos técnicos que debían acompañar estas solicitudes de invitación a cotizar, así como las especificaciones.
SEMANA buscó al entonces subdirector de Informática, para preguntarle si él formó parte de la reunión, quien negó esto: “Eso no es cierto. Ellos pidieron un concepto de las ingenieras que manejan las páginas web y ellas obviamente contestaron, pero la Subdirección Informática nunca fue vinculada al proceso y la evidencia es que no hay ningún documento firmado por mí, ni por nadie de la Subdirección, de tal manera que yo como subdirector nunca lo avalé”.
Ahora, frente a la razón del por qué declaró insubsistente al subdirector, Bateman afirmó que “es una facultad que tengo como denominador del equipo”. El subdirector de Informática fue el único funcionario al que se le declaró como insubsistente.
De otro lado, en los estudios previos se dejó claro que el interesado debía contar previamente con la plataforma o el ecosistema digital para las vitrinas virtuales y no se iban a aceptar ofertas que contemplaran el desarrollo desde cero de dicha plataforma. El contrato fue adjudicado el pasado 12 de agosto a Quinta Generación SAS con domicilio en Medellín. Su objeto social es el de organización de congresos, simposios, seminarios, eventos sociales, ferias y festivales.
Según la documentación que reposa en el Secop II, si bien la firma ganadora ha realizado varios eventos virtuales con entidades públicas, en especial, en medio de la pandemia, no hay claridad sobre la creación de plataformas para hacer recorridos virtuales como lo pretende la Secretaría y que era un requisito indispensable, según los estudios previos.
Al respecto, el secretario Bateman se defiende e indica que “como tal, no se estableció que el operador debe contar con una plataforma propia, pues lo que se requiere es que ponga a disposición de la Secretaría y del programa una plataforma para que en conjunto con la Secretaría realice lo que el programa exige”.
No obstante, los estudios previos son claros y señalan literalmente lo siguiente: “El interesado debe contar previamente con la plataforma o el ecosistema digital para recorridos virtuales y adecuarla a las necesidades aquí presentadas para prestarle el servicio a la Secretaría: no se aceptarán ofertas que contemplen el desarrollo o construcción desde cero de la plataforma mencionada”.
“Se trata de un proceso extraño, que viola normas legales, y totalmente innecesario. No se entiende por qué se van a destinar millonarios recursos para algo que se podía hacer internamente en la entidad. Además, al final, en los estudios previos no se deja claridad de cómo se van a migrar esas vitrinas virtuales a la página web”, dijo una fuente al interior de la Secretaría.