La discusión del Plan de Desarrollo de la alcaldesa Claudia López está al rojo vivo. Además de las observaciones que vienen planteando las diferentes bancadas en el Concejo de Bogotá, este lunes se conoció un informe de la Contraloría Distrital que hace reparos a la hoja de ruta del Distrito para los próximos cuatro años.
La Contraloría habla de “duplicidad de metas, falta de precisión al enumerar los proyectos estratégicos” y exclusión de algunas propuestas que estaban en el programa de gobierno y que quedaron “invisibilizadas o fueron reducidas”. “El diseño y la definición de algunas líneas base, productos, metas de resultados, trazadoras e indicadores son imprecisos y no permiten medir el efecto directo que estos tienen. El uso inadecuado de estos instrumentos afecta el proceso de cuantificar, en forma más acertada, los recursos a emplear en la producción de dichos productos y sus resultados”, dice el informe del organismo de control. Puntualmente, una de las principales críticas tiene que ver con la estrategia financiera del Plan, tasado en 109 billones de pesos. En el Plan de Desarrollo se muestra un crecimiento de ingresos de 622.467 millones de pesos. La Contraloría afirma que esas proyecciones podrían haber tenido sustento antes del confinamiento que generó la pandemia del coronavirus. Por ese motivo, dicho cálculo hoy no tendría asidero.
“La economía nacional y la de Bogotá están afectadas por una crisis con un horizonte incierto, sin desconocer que el monto calculado parte desfinanciado en $18 billones, que representan el 17 %”, sostiene el organismo de control. En días pasados, el secretario de Hacienda, Juan Mauricio Ramírez, habló justamente del fuerte impacto que traerá el coronavirus para las finanzas públicas de la ciudad. Por concepto de impuestos predial e ICA, Bogotá podría dejar de recibir al menos un billón de pesos durante 2020. En temas ambientales, la Contraloría dice que no se incorporan de manera específica los 19 objetivos ambientales y las 9 estrategias. En salud “no están priorizadas la prevención de enfermedades cardiovasculares, tumores, cáncer, consumo de tabaco y sustancias psicoactivas, malaria, tuberculosis y VIH, contrariando el Plan Nacional de Desarrollo”. En el capítulo de movilidad se pide una mayor precisión sobre la articulación de las nuevas troncales con la primera línea del Metro y el plan de obras. “Falta coherencia e integralidad entre el problema diagnosticado en movilidad y la estrategia que se centra en las obras para mejorar los efectos por congestión”, sostiene el documento. “No se presentan soluciones al alto costo de la operación del componente zonal del Sitp, principal causa del déficit tarifario, pues la alternativa propuesta por la Administración es la de asumir su operación, sin presentar las bases que fundamenten esta opción”, señala el organismo de control.