Desde Washington, en donde se encuentra en una visita oficial de trabajo, el contralor General Carlos Hernán Rodríguez Becerra impartió la orden a funcionarios de la Diari para que muy temprano en la mañana de hoy se tomaran la sede administrativa de la Aeronáutica Civil ante las denuncias realizadas por este medio el fin de semana.

“He dado instrucciones a un equipo especializado e interdisciplinario de la Contraloría General para que se desplace en este mismo momento a la Aeronáutica Civil para que pueda recaudar todo el material probatorio y ejercer las funciones dentro de lo que es competencia de la Contraloría, como son las eventuales conductas irregulares que se hayan podido presentar provocando deterioro al patrimonio público”, explicó.

En forma complementaria, la Contraloría Delegada para el Sector de Infraestructura comenzó una Actuación Especial de Fiscalización a la Aerocivil, para que en el menor tiempo posible se puedan procesar todas las pruebas y la documentación recolectada por la Diari.

Los investigadores de la Diari empezaron a registrar y capturar toda la información relacionada con la contratación de la entidad en los últimos años y la contratación específica de equipos de comunicación especializada.

Se verifica también toda la información de licenciamientos a empresas, sobre las cuales se van a hacer cruces de verificación y mallas de contratación de sus accionistas, para establecer las actividades que desarrollan en todo el país.

Adicionalmente, se levantan testimonios de los funcionarios y de los sindicatos de la entidad, que permitan esclarecer y ampliar las denuncias puestas en conocimiento púbico por este medio.

La denuncia

SEMANA tuvo acceso exclusivo a las denuncias. Hay audios, videos, correos, declaraciones de funcionarios y arrumes con cientos de folios en los que se documentan las irregularidades omitidas durante años por directivos y organismos de control. Una bomba corrupta que, según las fuentes, esperan que estalle ahora en el “Gobierno del cambio”, desnudando la forma como se robaron la Aerocivil. Hay denuncias de irregularidades con contratos de servicios o necesidades de tecnología, infraestructura y comunicaciones. Llama la atención la compra de sillas ergonómicas que se pagaron a casi 11 millones de pesos cada una.

Hay repuestos para equipos que nunca funcionaron o, peor aún, que nunca se instalaron. Se habla de oficinas alternas con particulares que ofrecen servicios y trámites en la Aerocivil, como la venta de licencias para pilotos a 10 millones de pesos.

Los sindicatos, veedurías, funcionarios y exfuncionarios dejaron cuestionarios, anotaciones y correos a todos los directores desde 2012 a la fecha. Pero no hubo respuesta más allá de algunos operativos liderados por la Fiscalía con la captura de funcionarios en el capítulo de licencias para pilotos y otros señalados de narcotráfico. Pero el miedo no es un sentimiento en los corruptos de la Aerocivil. Con nombre propio están las denuncias, y quienes aparecen en ese listado siguen atornillados en sus cargos.

Las denuncias que obtuvo SEMANA tienen un complejo lenguaje técnico, pero explican en detalle cómo cada espacio en los aeropuertos se convirtió en una necesidad y un argumento para contratar, incluso cuando no era necesario. Los expertos, que son funcionarios de la Aerocivil, advierten cómo el modus operandi se repite, una y otra vez, en los procesos de contratación de la entidad y en hechos que fueron advertidos en su momento por el propio Congreso con el cartel de los repuestos. Pero ni eso frenó la dinámica corrupta.

Nexos con el narcotráfico

A la Administración para el Control de Drogas (DEA) estadounidense llegará una explosiva información en poder de SEMANA. Las denuncias son graves e incluyen amenazas en contra de quienes se atreven siquiera a mencionar los hechos que vinculan a funcionarios de la Aerocivil con organizaciones narcotraficantes.

La red, según el documento, funciona así: los controladores supuestamente comprometidos con las actividades ilegales en cada regional tienen misiones puntales; ya sea apagar los radares o parquear las aeronaves en espacios previamente fijados, donde se supone que es cargada la cocaína. Incluso, algunos utilizan los privilegios de ser funcionarios de la Aerocivil para ingresar con vehículos de la misma entidad hasta los hangares evitando los controles del personal de seguridad. Vehículos de la entidad transportan la cocaína.

“El controlador (se reserva el nombre), quien con el vehículo asignado tumbó la barda de seguridad para pasar, por un lado, sin hacer uso del carné de identificación y autorización del vehículo (...) ese carro es usado entre otras actividades irregulares para facilitar el ingreso de narcotráfico. Tiene una capacidad de carga de dos toneladas”, advierte el informe especial, que compromete a cerca de 100 funcionarios, conocido por SEMANA.

En las regiones la situación es diferente, casi de película. Los controladores tienen la posibilidad de inhabilitar los radares o simplemente permiten su deterioro a tal punto que quedan fuera de servicio y peligrosa y convenientemente a merced de los criminales.

El vacío en la vigilancia aérea en los radares secundarios que posee la Aerocivil es justamente la estrategia del narcotráfico y deja, en mayúsculas, según un documento enviado a la dirección general de la Aerocivil, “pistas no controladas”, que, dicho por los propios funcionarios, es la arena de operaciones criminales para los narcos.

“En temporadas altas, los narcos advierten los aviones que salen y entran, los técnicos apagan los radares y en ese momento pasan más de cinco aeronaves en fila… Se detecta en el centro de control, se abre una investigación… pero no pasa nada”, le aseguró una fuente a SEMANA. Además, hace otras denuncias de cómo, curiosamente, la lista de problemas en los radares, microondas y en los sistemas de seguridad aérea en la región oriente del país están abandonados por la propia Aerocivil.