Este 26 de febrero se cumplen tres días desde que Rusia, por orden de su presidente Vladimir Putin decidió invadir Ucrania. De acuerdo con el ministro de Salud ucraniano, Víktor Liashkó, ya son casi 200 los muertos que dejan los ataques de las Fuerzas Militares rusas en territorio del país vecino.
“Lamentablemente, según datos operativos, tenemos 198 muertos, entre ellos tres niños, y 1.115 heridos, 33 de los cuales son menores de edad”, indicó Liashkó en su cuenta de Facebook.
Asimismo, el funcionario mencionó que los ataques del ejército ruso pueden considerarse como terroristas, pues no solo habrían atacado áreas civiles, sino que también han “disparado deliberadamente contra ambulancias”.
Aun así, Liashkó afirmó que “el sistema médico sigue funcionando, el ministerio por su parte hace lo posible e imposible para conseguir todo lo necesario para los hospitales”.
“Y no importa que los ocupantes interfieran en estos esfuerzos, tratamos de llevar rápidamente oxígeno a los hospitales, organizar la logística para que cada paciente reciba ayuda”, añadió el trabajador del Gobierno ucraniano.
Por esto, no es sorpresa que los ciudadanos ucranianos que se encuentran fuera de su país hagan hasta lo imposible por visibilizar los actos de crueldad y barbarie a los que están siendo sometidos sus compatriotas.
Ejemplo de esto es la propuesta que hizo Anna Lisetska, una ucraniana que actualmente reside en Colombia, quien, en pro de criticar y rechazar la invasión rusa en Ucrania, convocó a una protesta pacífica que se estaría desarrollando en Bogotá desde las 2:00 p. m, justo en frente de la embajada rusa en Bogotá.
Según relató la mujer, en este momento tiene dos conflictos sentimentales en su vida, ya que no solo teme por la caída de su país en manos del ataque dirigido por el Kremlin (Gobierno ruso), sino que también teme por la vida de sus familiares, quienes actualmente se encuentran en Kiev, capital de Ucrania. Cabe recordar que esta ciudad fue sitiada por el ejército de Rusia desde la tarde del pasado viernes (horario de ucrania), por lo que es normal que Lisetska sienta miedo de lo que pueda pasar a sus seres queridos en este conflicto bélico.
“Mi hermano y su esposa se están turnando para hacer patrullas y en caso de bombardeo bajar al sótano con los niños. Tengo el corazón roto, destrozado. Ellos están allí y yo los puedo ayudar”, dijo la ucraniana en conversación con la emisora Caracol Radio.
Asimismo, explicó que más allá de las bombas y los ataques con armas, ya existe un temor generalizado en toda la población ucraniana que observa cómo han empezado a escasear los víveres necesarios para sobrevivir, por lo que cada vez es más difícil adquirirlos.
“No se puede pagar con tarjeta en las tiendas para comprar comida, y solo se puede con moneda nacional. Además, los orfanatos se están quedando sin alimentación”, añadió.
Por el momento, la delegación de Rusia en el país no se ha manifestado, ni en medios de comunicación ni en redes sociales, aunque en Twitter es normal ver retweets de las publicaciones que realiza la Cancillería rusa en relación con el conflicto en Ucrania.
Por ejemplo, una de las últimas publicaciones que compartió esta cuenta muestra las declaraciones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, quien en las últimas horas justificó el ataque en territorio ucraniano, asegurando que si los países de Occidente como Estados Unidos y los demás miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), están criticando la invasión es porque “cuando Occidente es desfavorecido en algo, inmediatamente empieza a hacer alboroto”.
“Pero cuando son reprimidos los derechos de millones de personas en Ucrania, no enfatiza los derechos humanos, sino el carácter “democrático” de aquel régimen que lo efectúa”, añadió la Cancillería en su tweet.
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