En medio de la COP16, que se realiza en Cali por estos días, el sector agroindustrial del país hizo un importante anuncio. Se trata de una iniciativa apoyada por ingenios azucareros, cultivadores de caña y Cenicaña: la creación de un corredor biodiverso de 890 kilómetros, que conectará al río Cauca con 13 de sus principales afluentes tributarios, así como con 80 humedales en los departamentos de Cauca, Valle y Risaralda.
En otras palabras, se apunta a la materialización de una ‘autopista de la biodiversidad’, que se extiende por más de 6.500 hectáreas, la cual facilitará la movilidad de la fauna entre distintos ecosistemas de la región. La meta es que este espacio se convierta en el hogar de cientos de especies.
Claudia Calero, presidenta de Asocaña, explica que este corredor biodiverso del río Cauca es una apuesta para “avanzar hacia un mayor equilibrio entre la naturaleza y la producción agrícola, demostrando que el desarrollo y la sostenibilidad pueden avanzar de la mano”.
En ese sentido, una de las tareas que ya se están liderando, desde la agroindustria de la caña, es la siembra de árboles y de vegetación nativa para promover la biodiversidad. “Este esfuerzo requiere también de la participación de las autoridades ambientales, los gobiernos nacional y local, así como de las organizaciones de base comunitaria, pues son parte fundamental de la sostenibilidad de estas iniciativas”, agregó la líder gremial.
Este corredor verde permitirá la movilidad y la reproducción de más de 640 especies de mamíferos, aves, reptiles, insectos y anfibios. Y además generará grandes beneficios como la regulación hídrica y el mejoramiento de la calidad del aire en la región. Sobre esto, la presidenta de Asocaña indicó que “estamos dejando un legado verde que protegerá la biodiversidad, fortalecerá los ecosistemas y beneficiará tanto a las comunidades actuales como a las generaciones futuras”.
Otro gran anuncio que se dio, en el marco de la COP16, tiene que ver con uno de los mayores retos ambientales que le asisten a este sector agrícola: las quemas programadas de caña, cuales finalizarán en los próximos 5 años, según Asocaña.
La meta es que los ingenios azucareros alcancen el 100 por ciento del corte en verde para la cosecha de la caña. Esto significa que se terminará la práctica de quemas programadas de caña de azúcar en el valle geográfico del río Cauca, por medio de una transición laboral sostenible para los corteros de caña.
Hoy en día, el 80 por ciento del área cosechada en caña se realiza en verde y el resto se hace mediante quema programada bajo protocolos ambientales y de seguridad, según Asocaña, con el fin de evitar afectaciones a las comunidades vecinas y facilitar el trabajo de cerca de 4.000 corteros de caña que viven de esta actividad.
“Para este sector los trabajadores son el motor de la agroindustria, por lo que la transición hacia la totalidad de la cosecha en verde será gradual, con procesos de reconversión laboral y soluciones integrales para los corteros de caña que tenemos en nuestro sector, que cuentan con contratos laborales indefinidos y con todas las prestaciones de ley. En este aspecto también será clave el acompañamiento de los sindicatos de la agroindustria”, explicó Calero.
Agregó que este proceso también requiere de esfuerzos conjuntos con el sector público para la prevención y mitigación de incendios criminales en los cultivos de caña, que afectan parte del área cosechada y producen graves afectaciones al medio ambiente y a las comunidades de la región.