El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, volvió a mostrar su descontento por la forma como el Gobierno nacional está manejando los recursos para ayudas humanitarias durante la cuarentena. Ospina señaló que no "existe posibilidad alguna de mantener la cuarentena con hambre", esto tras las últimas protestas que se han registrado en la capital del Valle, Bogotá y otras ciudades del país. El mandatario regional pidió al Gobierno el diseño de una "economía para la pandemia".
Además, explicó que se requiere de una acción solidaria e integral para paliar la economía durante estos tiempos de crisis. Ospina también habló de "precios razonables, alimentos precisos, comunidad organizada y descentralización de recursos". En ese último punto, el alcalde caleño es reiterativo. En varias oportunidades ha señalado que la centralización de recursos impide que los mandatarios regionales puedan diseñar estrategias para copar todo el territorio.
Desde que se decretó la cuarentena en Colombia, el Gobierno afirmó que las ayudas económicas serían a través de programas como Familias en Acción, Jóvenes en Acción y por medio de base de datos del Sisbén, así como el proyecto Ingreso Solidario.
No obstante, muchas familias colombianas no aparecen en esas bases de datos o simplemente no resultaron beneficiadas con las ayudas, que ahora se tramitan por internet. Además, los préstamos para medianas y pequeñas empresas quedaron en manos del sector bancario. En Cali, Alcaldía y Gobernación han entregado más de 90.000 ayudas humanitarias en mercados y bonos alimenticios, pero en muchos sectores de la ciudad cuelgan trapos rojos como evidencia de que pasan hambre.
Venezolanos salen de Cali Este viernes en la madrugada salió la segunda caravana —de diez— con 414 venezolanos que acampaban en la capital del Valle. Muchos de ellos recién llegados a la ciudad desde Ecuador, donde el pico de contagio de covid-19 está disparado. Los buses fueron puestos por la Alcaldía para trasladar a los migrantes hasta la frontera con Venezuela. Hace tres días salieron alrededor de 200 venezolanos en la primera caravana.