Las calles estaban abarrotadas de carros con grandes equipos de sonidos y motos. Era una marea de luces y música que se no movía. Todo era una fiesta, descontrol, alcohol y drogas. Parecía una celebración pospandemia, de esas en las que la gente sale a la calle para celebrar el fin de días difíciles, pero con la imprecisión de que lo peor aún no ha ocurrido. Así fue la noche de este domingo en Cali, para ser más precisos: en la salida a la vía al Mar, aquella que conduce al kilómetro 18, un paraje turístico de clima frío donde -en otros tiempos- llegan decenas de vehículos y motos a disfrutar de agua de panela con queso y de una vista envidiable de la capital del Valle. 

Pero lo de la noche del domingo se salió de todo control, porque a la zona acudieron miles de personas. El kilómetro 18 este domingo fue el plan común y, obviamente, la vía colapsó, pero no alcanzó para apagar los ánimos de fiesta: los carros de equipos grandes fueron atravesados y la rumba inició en pleno pavimento. En este gran cóctel de irresponsabilidad el único ausente fue la autoridad. Vecinos del sector y otros que quedaron atrapados en medio del festival, llamaron en repetidas ocasiones al tránsito, Policía, y hasta Ejército, pero nadie apareció. La rumba -y el masivo trancón- se extendió a horas de la madrugada.  Así registraron en Twitter los desórdenes

Reacciones  Uno de los primeros en reaccionar a este hecho fue el concejal Fernando Tamayo, quien señaló que lo ocurrido es preocupante. "El cierre de la vía para prácticamente hacer verbenas sin ningún tipo de control, pero además la ausencia de autoridad nos debe preocupar. No es posible que el desorden en el kilómetro 18 haya durado horas y se vea la ausencia de personal para acabar con los desórdenes que se estaban registrando en el lugar. Además de la aglomeración, la gente que no quería participar de ello y pretendía volver a sus viviendas en Cali fueron víctimas de atracos". 

Para Tamayo, este tipo de desórdenes, sumados a los atracos denunciados en redes sociales y las muertes violentas (19 homicidios este fin de semana) están generando un ambiente de zozobra y un clima de inseguridad que no es buena para la reapertura de la economía. "Mucha de la vida nocturna dependerá de que la gente se sienta segura. Se ha hablado de habilitar espacios como terrazas para que negocios como restaurantes, bares y gastrobares puedan atender a sus clientes en condiciones de bioseguridad. Pero el temor a salir verse expuestos a hurtos evita que salgan a consumir", acotó el cabildante.