SEMANA: ¿Cómo será la reapertura de la economía luego de estas semanas de aislamiento? ROSARIO CÓRDOBA: Colombia, al igual que otros países, se ha inclinado por contener la expansión y reducir la velocidad del contagio del virus a través de medidas de aislamiento obligatorio para toda la población, con excepción de los sectores esenciales de la economía. Esta estrategia ha permitido contar con un tiempo valioso para evitar el colapso del sistema de salud. Sin embargo, para evitar el cierre de empresas y la pérdida de empleos, lo que afectaría el ingreso de los hogares, es necesario planificar una estrategia para pasar gradualmente del aislamiento total a la activación progresiva de sectores.
ANDRÉS CADENA: La forma y los tiempos exactos son competencia del Gobierno nacional, pero hay que buscar un equilibrio entre proteger la salud y reabrir la economía de una manera gradual, tomando decisiones con información en tiempo real. Este no es un reto solo de Colombia. Ni el país más rico del mundo puede esperar a que llegue la vacuna para volver a abrir su economía. Pero no es solo decir que se levanta la cuarentena y todo el mundo sale a la calle. Para tomar decisiones de qué sectores abrir o en qué regiones suavizar la cuarentena, es fundamental tener claro el nivel de propagación y la cadena de contagios, al igual que datos actualizados de capacidad hospitalaria disponible. SEMANA: ¿Cuál debería ser el orden en que se reabran los sectores? R.C.: Si bien es una decisión del Gobierno, lo fundamental es garantizar la seguridad de los trabajadores. Así, por ejemplo, será muy importante evaluar el riesgo de contagio (según las condiciones propias de operación de cada sector) y la posibilidad de operar con trabajo remoto. También darle prioridad a los protocolos de sectores transversales –como el transporte de pasajeros–, ya que estos permitirán la operación progresiva de otros sectores de manera segura. A.C.: Estas decisiones son muy difíciles y le corresponden al Gobierno, pues muchas vidas dependen de ello. Lo que no debería seguir pasando es que terminemos usando la misma regla para todos los sectores y lugares. Las regiones con sistemas de salud pública fuertes y pocos casos no deberían estar completamente cerradas. Esto siempre y cuando haya seguimiento y aislamiento de las personas infectadas y de aquellos con quienes tuvieron contacto. Esta misma lógica debería aplicarse para localidades de ciudades grandes como Bogotá, Medellín y Cali. SEMANA: ¿Qué incluyen los protocolos que mencionan? R.C.: Los protocolos sectoriales que se están construyendo establecen las medidas de higiene y distanciamiento que disminuyan la probabilidad de contacto y de contagio entre los trabajadores. Se han desarrollado con lineamientos del Gobierno, de manera que puedan ser sencillos para facilitar su implementación y su comunicación, manteniendo como objetivo último la gestión del riesgo y la protección de quienes iniciarán operaciones.
A.C.: Los protocolos de salud y de conducta son fundamentales para reducir el potencial de contagio y evitar un regreso a la cuarentena. Estos incluyen: trabajo remoto en la medida de lo posible, distancias mínimas entre personas y monitoreo de aforos, directivas claras y estrictas de salud e higiene, monitoreo frecuente de la temperatura corporal para la detección temprana de nuevos casos, reporte de información relevante a las autoridades sanitarias y medidas para asegurar el cumplimiento. SEMANA: ¿Cuáles son los principales riesgos que ven en la implementación? R.C.: Es fundamental que el país avance en materia de pruebas, tanto aumentando la capacidad de realizarlas como usando la información de contagios para hacer seguimiento al cordón epidemiológico, es decir, identificando y monitoreando las personas que estuvieron en contacto con el individuo contagiado. También contar con mecanismos para implementar efectivamente el aislamiento de personas contagiadas. A.C.: El principal y más crítico es que seamos disciplinados. Podemos tener el protocolo más perfecto, las alertas más inmediatas, pero si no los acatamos o si salimos a la calle porque esto no nos ha dado tan duro, volvemos a poner a todos en riesgo. Y si somos exitosos en controlar la epidemia y reabrir parcialmente la economía, es probable que pensemos que lo grave ya pasó, lo cual sería un gran error. El segundo es que no haya información suficientemente robusta. SEMANA: ¿Qué tipo de controles debería imponer el Gobierno en esta etapa? R.C.: Una estrategia de reactivación gradual requerirá mayor capacidad de control y monitoreo de los Gobiernos locales. Así mismo, debe haber una estrategia de comunicación enfocada en transmitir a los trabajadores la importancia de las medidas. Las ARL pueden jugar un rol crucial en la verificación del cumplimiento de los protocolos, al tener canales de interlocución directa con las empresas y conocer sus características operativas y riesgos.
A.C.: Hay que aprovechar la tecnología para ayudar a los ciudadanos a tomar decisiones que les permitan protegerse y proteger a otros. Por ejemplo, utilizando CoronApp para autodiagnosticarse, la atención oportuna, la georreferenciación y hasta la certificación de contagiados o no. El reto grande es lograr que los millones de colombianos que generan sus ingresos de modo informal puedan trabajar sin exponerse ni exponer a otros. Es muy difícil que el control del Estado llegue hasta ese nivel, por lo que se va a requerir de autorregulación. SEMANA: ¿Cómo ayudar a esos sectores que deberán esperar mucho más para abrir? R.C.: Es necesario brindar liquidez a estas empresas para que puedan cubrir sus costos fijos y mantener a sus empleados, de modo que cuando puedan abrir estén en condiciones de hacerlo. Esto se puede hacer con créditos subsidiados con el Fondo Nacional de Garantías –como lo está haciendo el Gobierno– y subsidios directos. Adicionalmente, es fundamental empezar a trabajar en los protocolos de estos sectores. A.C.: Es el momento de ser creativos y buscar reinventarse como industria. La tecnología puede ser un gran aliado en este propósito, por eso la importancia de que muchas empresas avancen en transformación digital y busquen alternativas de seguir operando. SEMANA: ¿Cómo se deberían reabrir los sistemas de transporte? R.C.: Es necesario hacerlo de manera escalonada, adoptando estrictos protocolos de higiene y distanciamiento para que no sean focos de contagio. Esto implica imponer límites al número de pasajeros transportados, aumentar las frecuencias y el uso de escáneres de temperatura para identificar personas enfermas y aislarlas. Esto significará también inyectarles liquidez para robustecerlos financieramente.
A.C.: Se requieren protocolos muy estrictos como la medición de la temperatura constantemente, desinfección frecuente y el uso obligatorio de máscaras y guantes. Habrá que aumentar las flotas, manejar horarios flexibles de entrada y salida al trabajo, pensar en más turnos y otros esquemas que disminuyan la posibilidad de que todos los pasajeros lleguen a la misma hora. SEMANA: ¿Es posible que haya nuevos cierres de la economía? ¿Cuándo se harían? R.C.: Eso dependerá de la capacidad de hacer testeo masivo aleatorio en la población para identificar rápidamente casos de contagio, realizar seguimiento a la cadena de contagio de esa persona y cumplir efectivamente el aislamiento focalizado. Si el país puede aumentar sus capacidades en este sentido, será posible, junto con protocolos cumplidos estrictamente, mantener un nivel de actividad que no ponga en riesgo la salud ni la capacidad de atención del sistema de salud. Y si fuera necesario cerrar ciertos sectores o posponer su apertura, lo importante es tener el acuerdo social de que es lo necesario para proteger la salud. A.C.: Es posible. Pero si seguimos aumentando la capacidad de unidades de cuidado intensivo y en paralelo usamos un aislamiento selectivo, con los protocolos correctos; si logramos aumentar nuestra capacidad de hacer pruebas y rastrear la cadena de contagios; y, sobre todo, si cumplimos con los lineamientos de las autoridades, podremos evitar esta situación.