Bogotá amaneció este sábado con una caída en la ocupación de las camas de cuidados intensivos (UCI) covid-19. En este momento el 90 % están ocupadas, mientras que el viernes el dato llegaba al 91,3 %. Sin embargo, la cifra mantiene en alerta máxima a los servicios de salud de la capital, que enfrenta el pico más prolongado desde que se inició la pandemia.
Al observar las estadísticas de UCI para atender covid-19 en la capital, se puede notar que el registro aumentó rápidamente a comienzos de junio, pues al inicio del mes estaba en 95,8 %, luego alcanzó a llegar hasta el 98 % y ahora el 10 de julio cayó hasta el 90 %, ya que de las 2.256 camas reportadas han sido asignadas 2.030 a pacientes en estado grave por complicaciones relacionadas con el virus.
Es decir que en este momento quedan 226 camas de este tipo, en un momento en el que Bogotá está registrando cerca de 6.500 casos diarios de coronavirus, como ocurrió el viernes. Aunque vale la pena mencionar que desde hacía más de dos meses (con excepción del martes de esta semana) la capital no estaba por debajo del 92 % en ocupación.
Aunque la ocupación de UCI general también está en un nivel muy alto (90,2 %), después de varias semanas bajó del 92 %, ya que de las 2.734 camas de cuidados intensivos que tiene la ciudad, se encuentran ocupadas 2.465 (el viernes eran 2.480 unidades), según cifras divulgadas por el Observatorio de Salud de Bogotá (SaluData).
En este momento quedan 269 camas, lo cual, sin embargo, mantiene en máxima alerta a las autoridades del Distrito y del Ministerio de Salud, que ya han mencionado que no hay capacidad para seguir expandiendo las unidades de cuidados intensivos de Bogotá, por lo que se han hecho varios llamados a que la gente se siga cuidando con el lavado de manos, el uso del tapabocas y evitar las aglomeraciones.
Cabe mencionar que el aumento de la capacidad de camas permitió que la ciudad no colapsara en sus servicios de cuidados intensivos, pues solo entre abril y julio se han habilitado más de 400 UCI en diferentes centros médicos.
A mediados de junio, Bogotá llegó a su máximo nivel de ocupación en diez meses, pues no se presentaba uno tan alto desde julio de 2020. En ese momento el 97,5 % de las camas se encontraban asignadas a pacientes de la ciudad. Si se tiene en cuenta entonces que la capacidad era mucho menor, cerca de 1.500 camas, este es el punto más crítico en cuanto a hospitalizaciones.
De otra parte, si se observa la gráfica de ocupación durante toda la emergencia sanitaria, se puede notar que este pico ha sido, por mucho, el más largo de toda la pandemia, pues en la pasada ola en enero, la ocupación UCI estuvo por encima del 90 % cerca de dos semanas; en la primera, en julio, Bogotá tuvo a tope sus servicios médicos durante casi tres semanas.
En ese primer pico, de las 1.486 camas disponibles que había el 14 de julio de 2020, la ciudad alcanzó a ocupar 1.446, por lo que solo quedó con 40 camas desocupadas, lo cual generó máxima alerta en un momento en el que aún persistían las fuertes medidas de cuarentena y restricciones para desarrollar diferentes actividades.
Ahora, esta nueva ola se ha prolongado por más de dos meses y medio, pues desde el pasado 25 de abril hay ocupación UCI por encima del 90 % en la capital, aunque las autoridades han ampliado constantemente la capacidad, lo cual ha evitado que colapse la red hospitalaria.
Así mismo, se ha buscado avanzar más rápidamente en la vacunación de la población adulta de la capital, de manera que en Bogotá ya han aplicado cerca de 4 millones de dosis de este medicamento.
Hasta el momento se han confirmado un total de 1,32 millones de casos de covid-19 en la capital de Colombia, 1,22 millones de personas recuperadas y casi 25.000 fallecidos.