Después de un galimatías jurídico y de un debate leguleyo que terminó por extenderse cerca de un mes, el Senado de la República retomó sus labores este lunes. En un hecho sin precedentes, los parlamentarios se dieron cita a partir de las 3 de la tarde y a esta hora (7:30 p. m.) se encuentran reunidos de manera virtual. Desde que llegó a Colombia la pandemia del coronavirus, al Legislativo le habían llovido críticas desde todos los sectores. Muchos ciudadanos no entendían por qué si la rama judicial y la ejecutiva habían encontrado la forma de funcionar en tiempos de cuarentena, hasta ahora no había pasado lo mismo en el Capitolio. Con el inicio de las sesiones formales por videollamada, esta tarde los congresistas le pusieron punto final a ese mar de críticas. Como es usual en un cuerpo colegiado tan diverso como el Congreso, el rango de opiniones sobre cómo debía operar ese cuerpo durante la pandemia era enorme. Algunos, como Rodrigo Lara o Jorge Robledo, defendían la tesis de que las sesiones virtuales eran inconvenientes, pues todo lo que se aprobara o discutiera por esa vía quedaba en riesgo de caerse por vicios de forma o de procedimiento. Otros, como Angélica Lozano, Roy Barreras o el representante José Daniel López, creían que en tiempos de crisis el país no podía funcionar sin Congreso y, finalmente, esa visión terminó ganando el pulso.

Aunque existían dudas sobre qué tan viable podría ser la ‘nueva realidad’ de legislar por internet, para sorpresa de muchos la sesión de hoy avanzó manera ordenada y efectiva. En primera medida, puede tratarse de una de las que mayor asistencia registra en la historia reciente. Contrario a lo que pasa en épocas de normalidad, en donde muchos legisladores se ausentan del recinto, a esta hora casi todos los senadores están presentes, conectados y atentos a las intervenciones de sus colegas. Por las características de la plataforma, en la que solo se oye la voz de quien tiene la palabra, tampoco se han presentado las usuales griterías, interrupciones, ni las tertulias ruidosas de grupos de senadores mientras alguno de sus colegas hace su intervención. Hasta ahora se ha tratado de un ensayo bastante bien logrado de la dinámica del nuevo mecanismo, pero no se ha hablado de proyectos de ley o de reformas de fondo. Ya casi 80 senadores han podido hacer sus intervenciones y todas ellas han girado en torno a la crisis del coronavirus.

Los legisladores han hecho su balance sobre lo que consideran ha estado bien o mal manejado por parte del Gobierno en medio de la crisis. Roy Barreras, del Partido de La U, pidió que fueran citados los ministros de Salud y Hacienda, así como Luis Guillermo Plata, gerente del coronavirus, para atender los llamados y las necesidades de los trabajadores del sector salud. Así mismo, se discutieron varias propuestas sobre la utilización de los recursos para atacar la pandemia y se trató de determinar cuáles deben ser las prioridades para esos efectos. Una de las más polémicas llegó por parte del senador Iván Cepeda, quien pidió derogar la Ley 100 y presentó una carta firmada por varios de los congresistas de la bancada alternativa con la idea de destinar un billón de pesos del sector defensa a fortalecer el sistema de salud.

La sorpresa de la tarde llegó por cuenta de la presencia del senador Gustavo Petro, quien esta mañana fue sometido a una cirugía en La Habana para extraer una lesión en la juntura del estómago y el esófago. Los congresistas celebraron la presencia de Petro, a quien se le vio muy buen semblante. Sobre las 7:10 p. m., el presidente del Senado, Lidio García, declaró la sesión permanente, que se extenderá hasta que todos puedan haber hecho uso de la palabra.