Por los delitos de lavado de activos, concierto para delinquir agravado, entrenamiento para actividades ilícitas, utilización ilegal de uniformes e insignias, cohecho por dar u ofrecer, cohecho propio, tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos, y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes fue llamado a juicio el coronel (r) Robinson González del Río.
El oficial del Ejército, recordado como uno de los principales protagonistas de los falsos positivos, es señalado por la Fiscalía General de haber formado parte activa de la organización delictiva conocida como la Cordillera Sur y la cual era comandada por Juan Larison Castro Estupiñán, alias Matamba.
En el escrito de acusación se resaltan las interceptaciones telefónicas en las que se menciona directa y en varias oportunidades al coronel Del Río como un integrante más de la organización. En poco tiempo, según se pudo establecer, el oficial se convirtió en uno de los hombres de confianza del narcotraficante, entregándole información sobre los operativos en la región, lo que le permitió fugarse, así como entrenamiento en el uso de armas a los integrantes de La Cordillera Sur.
Igualmente, habría orientado permanentemente los movimientos de la organización ilegal para que replegaran a otros grupos criminales como el ELN, y así apoderarse de los cultivos de coca y los laboratorios de producción de estupefacientes en Leiva, El Rosario y Policarpa en el departamento de Nariño.
La investigación indica que el coronel en retiro, presuntamente, usó su grado para contactar y convencer a uniformados activos para que, a cambio de dádivas, alertaran a Matamba sobre los movimientos de las unidades militares y de los procedimientos programados en la región.
Pese a que había salido por la puerta de atrás de la Institución, el coronel Del Río seguía manteniendo buenas relaciones con altos mandos del Ejército. Debido a esto, se reunió en varias oportunidades con generales y coroneles activos para conocer detalles de los operativos contra Matamba y, acto seguido, alertaba a Matamba sobre los movimientos con el fin de que se fugaran.
Con el tiempo, la estrategia cambió y el coronel en retiro convencía a los altos mandos del Ejército para que mermaran las actividades miliares en la zona, todo esto a cambio de una comisión que le enviaba el narcotraficante. Como si fuera poco, el narcotraficante habría pedido adelantar operativos en contra de alias Zabalo, jefe de las disidencias en el sur del país, y así lograr una ventaja en la lucha que tenían por el territorio para el tráfico de drogas.
El coronel, quien era conocido con el nombre clave de ‘Amigo de la Fría’ dentro de la organización, era el encargado de recolectar el dinero que enviaba Matamba y entregárselo directamente a los oficiales. “Yo ya hablé con Barrero y me dijo que lo hiciéramos, que él nos ayuda a dársela a mi general Chawes directamente y así tener control de esas operaciones especiales”.
En varias interceptaciones telefónicas y mensajes de WhatsApp, el coronel hizo mención a generales del Ejército, para los cuales se refería con nombres clave.
La Fiscalía también llamó a juicio al coronel en retiro Harry Gómez Tabares, excomandante del Batallón Boyacá con sede en Pasto, quien supuestamente habría recibido de alias Matamba cerca de 50′000.000 de pesos mensuales para que trasladara las tropas de las rutas dispuestas para la salida de cocaína; de esta manera, los cargamentos se movían con libertad hacia el Pacífico y eran camuflados en lanchas rápidas y semisumergibles con destino a Europa y Estados Unidos.
Igualmente el coronel, al parecer, informaba a Cordillera Sur sobre los operativos previstos en Nariño y habría diseñado un plan para hacer creer a sus superiores que Matamba había muerto. De esta manera, buscaba que el señalado cabecilla dejara de ser un objetivo militar.
Adicionalmente, se estableció que estos oficiales también habrían suministrado víveres, uniformes, botas y elementos de campaña y de comunicaciones al grupo ilegal. De estas actividades hay mensajes de texto y otras comunicaciones enviadas vía celular.
La Fiscalía General llamó a juicio al capitán Octavio Javier Castro González, sargento viceprimero Óscar Ramón Fallace Ospina, sargento segundo Nelson Orlando Rolón Monroy, soldado profesional Estivson Córdoba Torres, Carlos David Jaramillo Pulgarín, Pedro Antonio Quintero Esquivel, Freddy Gabriel Reyes, Gilmar Mena Cabrera, Samuel Enrique Gutiérrez González, José Ángel Narváez López, Julio César Díaz. La presentación de la acusación quedó programada para el primero de agosto ante el juzgado primero penal del circuito especializado de Pasto.