“Estoy en el Jockey Club”. “Estoy en el comando del Ejército”. “Estoy en el apartamento”. “Voy para el hotel”. “Voy para donde mi general”. “Estoy en el centro comercial” (escuche audio 1). Estos son algunos de los sitios a donde diariamente iba el coronel González. De acuerdo con los audios y con la cantidad de citas que coordinaba por fuera de la cárcel, es claro que permanecía más tiempo por fuera que por dentro del penal (escuche audio 2). 

Casi a diario iba a su apartamento, cerca de la PM 13. La situación llegó a ser tan descarada que tenía que programar citas para que lo encontraran en la prisión. “Firme por mí que yo no estoy ahí y me demoro en llegar”, dice en uno de los audios a una mujer que le lleva una notificación judicial. Para evitar que algunos de los guardias lo delataran simplemente les daba dinero o comida a cambio del silencio. No era un caso aislado. Es una práctica generalizada (escuche audio 3).