En las últimas horas fue radicada la audiencia de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento contra la exconsejera presidencial para las regiones, Sandra Ortiz, por el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

La diligencia fue programada por el centro de servicios judiciales de Paloquemao para el próximo viernes 29 de noviembre a las 12 del día.

Sandra Ortiz, quien renunció a su cargo después de ser mencionada en este escándalo, deberá responder por los delitos de tráfico de influencias y lavado de activos.

De ser hallada culpable, según señala el Código Penal, se expone a una sentencia entre los diez y los 20 años de cárcel.

La exfuncionaria fue señalada tanto por el exdirector de la UNGRD, Olmedo López, como por el exsubdirector de la entidad, Sneyder Pinilla, de haber sido la “mensajera” de llevarle los sobornos al senador Iván Name.

En entrevista exclusiva con SEMANA, en mayo pasado, Sneyder Pinilla señaló que en una reunión en una de las suites del emblemático Hotel Tequendama, en el centro de Bogotá, se fijó el desvío de dinero del polémico contrato para la compra de 40 carrotanques para llevar agua potable al departamento de La Guajira.

“La plata me la entregan en efectivo y yo se la entrego en efectivo a la persona que envía el doctor Name”, aseguró Pinilla en SEMANA, haciendo referencia a Ortiz. “Yo llego a un sitio que sé que hay un esquema de seguridad que me está esperando. Bajo al sótano, entrego ahí y luego me salgo, porque no subo a hacer la entrega directamente a Name. Sé que el mensajero sí tuvo comunicación con la persona (Name) para informarle que todo ya estaba listo”, agregó el exsubdirector de la UNGRD.

En dicha entrevista, Pinilla relató que la reunión se realizó el 11 de octubre de 2023.

Para Iván Name, que en esos momentos era presidente del Senado, se direccionaron tres mil millones de pesos. Los cuales fueron entregados, en efectivo, por intermedio de Ortiz.

Sandra Ortiz exconsejera para las Regiones. Indagatoria en la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia. | Foto: Guillermo Torres Reina

En repetidas oportunidades, la exconsejera presidencial ha manifestado que es inocente e incluso ha negado la posibilidad de negociar un preacuerdo o un principio de oportunidad con la Fiscalía General.

En agosto pasado, en diálogo con SEMANA, la exfuncionaria advirtió que temía por su vida y la integridad de sus hijas, señalando que la vinculación con este proceso acabó su carrera profesional, por lo que estaba recibiendo atención especializada.

“Estoy pasmada y tomando medicamentos. Me tocó irme a urgencias a una clínica”, le contó a SEMANA. Esta situación obligó a que en esa oportunidad se suspendiera el interrogatorio.

“Temo por mi vida, nadie me ayuda, mi vida y la de mis hijas están en peligro”, expresó al borde del llanto la exfuncionaria.

Finalmente, manifestó que cuenta con toda la evidencia para demostrar que nunca participó en alguna reunión en la que se acordara un pacto criminal.

Casualmente, el pasado jueves, la defensa del senador Iván Name alegó que las pruebas técnicas practicadas a los celulares de Sneyder Pinilla y Sandra Ortiz arrojaron que nunca estuvieron en un mismo lugar para la fecha señalada por el exsubdirector de la UNGRD.