La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteCIDH) condenó como responsable al Estado colombiano por la desaparición del soldado Óscar Tabares mientras pertenecía al Ejército Nacional. Tabares se encontraba adscrito a la Escuela de Artillería de Bogotá, pero para el momento de su desaparición se encontraba prestando servicio en el departamento del Meta.
Los hechos ocurrieron en el municipio de San Juanito, departamento del Meta, en diciembre del año 1997. Esa noche testigos dijeron haber escuchado varios disparos y la explosión de una granada, desde entonces se desconoce el paradero del soldado Tabares. La CorteCIDH le reprochó al Estado colombiano por los nulos resultados en las investigaciones para conocer la verdad de lo ocurrido.
“Se iniciaron varios procesos de investigación ante jurisdicción interna. No obstante, a la fecha, no se cuenta con información sobre el paradero de Óscar Iván Tabares Toro, ni de sus restos”, dice la Corte.
Para la Corte, se trata de un caso de desaparición forzada en el que el Estado es responsable pues el joven hacía parte del Ejército y debían garantizarse sus derechos.
“El 19 de enero de 1998 se inició un procedimiento de queja contra el Ejército Nacional ante la Oficina de Derechos Humanos de la Procuraduría Departamental de Antioquia por la desaparición y presunta muerte de Óscar Iván Tabares Toro. Este procedimiento fue cerrado y archivado el 13 de diciembre de 2002, ya que la Procuraduría consideró que no había prueba alguna que comprometiera la responsabilidad del oficial o suboficial agredidos por el soldado en su supuesta desaparición”, relata la CorteCIDH.
La Corte determinó “que fueron agentes estatales quienes estuvieron involucrados en su desaparición forzada y constató que, hasta el momento, el Estado no ha proporcionado una explicación satisfactoria sobre su paradero. Con base en lo expuesto y al reconocimiento de responsabilidad realizado por el Estado, la Corte concluyó que el señor Óscar Iván Tabares Toro fue víctima de una desaparición forzada”, dice en la sentencia.
La desaparición del joven soldado tuvo graves repercusiones en su núcleo familiar. Debido a las labores de búsqueda de información sobre el paradero de su hijo, la señora María Elena Toro estuvo ausente de su vivienda por largos períodos. Como consecuencias, las hermanas menores de Óscar Iván Tabares quedaron al cuidado de la hermana mayor, María Bibiancy Tabares.
Además, los familiares del soldado desaparecido expresaron temor porque las indagaciones efectuadas por su madre pudieran repercutir en la materialización de amenazas que sufrían constantemente. También declararon vivir bajo estigmatización por la hipótesis del Estado, según la cual, Óscar Tabares atentó contra sus superiores y se unió a las FARC. A raíz de estas situaciones, los familiares tuvieron que cambiar de residencia en más de diez ocasiones y sufrieron afectaciones económicas.
Finalmente, en el año 2022 la madre y una hermana del soldado Tabares Toro y otros familiares se vieron obligados a salir de Colombia al exilio.
En su decisión la CorteCIDH le ordena al Estado hacer un acto público en el que pida perdón a los familiares del soldado Óscar Tabares por los hechos que rodearon su desaparición, así por la falta de resultados en las investigaciones. En ese mismo sentido, el Estado deberá reanudar la búsqueda del soldado y las investigaciones del caso y realizar un documental sobre la desaparición del soldado Óscar Tabares y la revictimización que ha tenido su familia a lo largo de estos años.