La Superintendencia de Salud (Supersalud) informó este viernes 17 de diciembre en un comunicado que la Corte Suprema de Justicia, a través de fallo de última instancia, resolvió una tutela con la que deja en firme la liquidación que ordenó la Supersalud sobre la EPS Asociación Barrios Unidos de Quibdó (Ambuq) el 8 de febrero de 2021.
De acuerdo con el documento emitido por la entidad, la liquidación de Ambuq estaba en vilo desde el pasado mes de septiembre cuando una decisión del magistrado del Tribunal de Barranquilla Jorge Eliécer Mola ordenó a la Supersalud tumbar el proceso, devolver a los dueños la EPS y revertir el traslado que había iniciado el Ministerio de Salud (MinSalud) de los usuarios a otras aseguradoras.
La Corte dio luz verde a la liquidación de la EPS y aclaró en su fallo que la Sala Penal del Tribunal Superior de Barranquilla debió haberse abstenido de asumir el trámite de la tutela, ya que este era competencia del Tribunal Administrativo del Atlántico.
Asimismo, informa la Supersalud, el fallo enfatiza que “tanto el juzgado 3 penal del circuito de Soledad, como la Sala Penal del Tribunal de Barranquilla extralimitaron sus competencias e incurrieron en vía de hecho, lo que genera la invalidez del proceso”.
La orden de intervenir a la EPS había sido dada por la Superintendencia tras evidenciar que no corregía las graves deficiencias financieras, ni mejoró los indicadores que miden la prestación de los servicios de salud a los usuarios, como sus altas tasas de mortalidad materna y el incumplimiento de los esquemas de vacunación en menores de un año, pese a que durante cuatro años y medio estuvo bajo vigilancia especial, con seis prórrogas a dicha medida.
La Supersalud detalla en su comunicado algunas de las razones que llevaron a la liquidación de la EPS:
- Tenía la tasa más alta de mortalidad infantil en menores de un año y una de las más altas de mortalidad materna, de mortalidad perinatal, de mortalidad en menores de cinco años por desnutrición, por infección respiratoria aguda y por enfermedad diarréica aguda.
- Los pacientes con cáncer tenían que padecer para que les dieran los medicamentos y para que les autorizaran los tratamientos.
- Se encontraron casos de usuarias a quienes les demoraban más de 102 días, el inicio del tratamiento, luego de detectado el cáncer.
- Era tan deficiente su gestión que la EPS no conocía el estado real de sus afiliados porque no les realizaba seguimientos efectivos.
- Entre 2019 y 2020 tuvo 11.630 peticiones, quejas, reclamos y los mayores motivos fueron: demora en asignación de citas de medicina especializada y demora en entrega de medicamentos PBS y No PBS.
- Incumplía los pagos a sus proveedores y los acuerdos generados con clínicas y hospitales para el pago de recursos por concepto de servicios prestados.
- Su situación financiera y de solvencia era crítica: altos niveles de endeudamiento y siniestralidad, una deuda de 312 mil millones de pesos, incumplía indicadores de capital mínimo y de patrimonio adecuado y tenía un pasivo de 350 mil millones de pesos que resultaba tres veces mayor que el valor de los activos.
Cabe recordar que en febrero de este año, la Supersalud ordenó la toma de posesión forzosa para liquidar a la EPS, después de más de dos años de lucha jurídica, administrativa y técnica. Si bien desde mayo, después de varias ‘trabas’, el Ministerio de Salud trasladó a otras diez EPS a los 763.016 usuarios de dicha entidad, el fallo del juez del Tribunal Administrativo de Barranquilla tenía en jaque el proceso.
Entre 2019 y 2020, dicha EPS recibió más de 11.600 peticiones, quejas y reclamos por demoras en asignación de citas de medicina especializada y las demoras en entregas de medicamentos. Solo en 2020 recibió 486 tutelas y acumuló 116 notificaciones por desacato.