Gestarsalud, gremio que reúne a las EPS del régimen subsidiado, hizo un llamado a no bajar la guardia, mientras la tercera ola del coronavirus desciende, porque podría venir otra.
Colombia ha reportado casi 119.000 muertes a causa de la covid-19 y casi la mitad de ellas se confirmaron desde el 15 de marzo. El tercer pico se convirtió en una meseta lamentable, que dejó más de 600 muertos reportados a diario durante dos meses (mayo y junio).
Ahora, finalizando julio y casi dos meses después de la fecha que inicialmente tenía prevista el Gobierno para la bajada de la ola, el sistema de salud está teniendo un leve respiro, pues los contagios, las hospitalizaciones y las muertes han disminuido significativamente en el territorio nacional. Es el caso de Bogotá, en donde la ocupación es del 72 %, luego de pasar semanas por encima del 95 % o del Valle del Cauca, que se encuentra en 87 %.
La situación está lejos de ser ideal, pero, sin duda, muestra la posibilidad de una mejora progresiva que se viene notando desde hace un par de semanas.
Elisa Torrenegra, directora ejecutiva del gremio, explicó que las razones para temer a un ascenso de casos posterior, del cual ya han advertido autoridades sanitarias, se centran, sobre todo, en la amenaza que representan las variantes de preocupación y de interés. En general estas variantes etiquetadas de alguna de las dos maneras por la Organización Mundial de la Salud (OMS) pueden ser más transmisibles y aumentar el riesgo de reinfección y de hospitalización, según se ha encontrado.
Por ejemplo, la delta, la más contagiosa conocida hasta el momento y que ya está en el país, preocupa a las autoridades y representantes del sector salud.
Otra de las razones es la vacunación, que aunque avanza a buen ritmo actualmente, ha logrado que apenas 11.317.608 ciudadanos tengan su esquema completo, lo que representa a cerca del 20 % de la población, a cinco meses de iniciado el Plan Nacional de Vacunación.
“Por ahora solo uno de cada cinco colombianos ya tiene vacunación completa y puede existir mucha población en riesgo de adquirir alguna de las nuevas variantes del virus identificadas en suelo nacional. Algunos países de Europa nos sirven de ejemplo nuevamente para ver qué puede pasar con nuestra pandemia”, asegura Torrenegra.
Asimismo, Torrenegra se refirió al cansancio de la ciudadanía frente a las medidas de autocuidado y a la posibilidad de aglomeraciones como factores de riesgo y motivos de preocupación.
Por lo anterior, la directora insistió en que es clave reducir las interacciones que no sean indispensables, fomentar a la ciudadanía a asistir masivamente a los centros de vacunación, promover esta campaña de inmunización en quienes todavía no han recibido dosis y reforzar medidas como el uso del tapabocas, distanciamiento físico y ventilación en lugares de alta afluencia de personas.
Asimismo, señaló que las entidades aseguradoras en salud deben avanzar en la búsqueda de las poblaciones mayores de 50 años que aún no han recibido dosis o no han completado sus esquemas de vacunación. Igualmente, resaltó la importancia de mejorar los indicadores del programa PRASS (pruebas, rastreo y aislamiento selectivo).
“Otro aspecto que debemos tener en cuenta es la solidaridad y en caso de haber tenido contactos con personas positivas, voluntariamente iniciar el aislamiento y comunicarlo a las EPS. Hay mucho que podemos hacer para evitar un cuarto pico de la pandemia”, concluyó Torrenegra.