Asustados, así están los principales implicados en la corrupción y saqueo a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Y no es para menos, la colaboración de los testigos estrella de este caso, Sneyder Pinilla y Olmedo López, ya ha llevado a nuevos responsables a la cárcel, como el caso del otro subdirector, Luis Carlos Barreto, quien trató de ofrecer un soborno para evitar que lo involucraran en escándalo, pero la jugada le salió mal.

Sneyder Pinilla | Foto: Suministrado a Semana

Así como Barreto, hay una lista de 26 personas entre funcionarios de la UNGRD, contratistas y miembros del Gobierno que habrían participado del millonario saqueo y que ahora sus nombres están en manos de la Fiscalía.

Pero no se trata de simples señalamientos. Según pudo conocer SEMANA, Pinilla incluso llegó con pruebas en mano para continuar con la colaboración efectiva y lograr los mejores beneficios. Nuevamente será su celular el que abra la caja de Pandora.

Celular con el que Sneyder Pinilla relaciona a otros involucrados en el escándalo de corrupción en la UNGRD. | Foto: Suministrado a Semana

Pinilla, como consta el acta a la que tuvo acceso este medio, entregó además su equipo iPhone 14, “para que se realice una extracción selectiva y controlada forense de los números telefónicos de las personas que me permito relacionar a continuación, lo cual es única y exclusivamente con fines judiciales vía cooperación”.

Esta entrega la realiza Pinilla de acuerdo con el acta, “actuando en el marco del principio de oportunidad que actualmente se tramita en su despacho y de conformidad a los compromisos adquiridos en dicho proceso de colaboración, según lo acordado con la delegada fiscal”.

Celular con el que Sneyder Pinilla relaciona a otros involucrados en el escándalo de corrupción en la UNGRD. | Foto: Suministrado a Semana

Los implicados

Aunque ha resultado lento el actuar de la justicia en el marco de este escándalo, vale recordar que lo contado por Pinilla a las autoridades ha sido demoledor y ha incluso salpicado a los más altos funcionarios del Gobierno y congresistas.

Pinilla, según ha contado a la justicia y apoyado en pruebas materiales, denunció a la entrega de 1.000 millones de pesos para el expresidente de la Cámara, Andrés Calle, que fueron llevados directamente al apartamento del congresista, en Montería, en el edificio K62. Este señalamiento estuvo acompañado con las fotoceldas de ubicación del Sneyder Pinilla, con lo que no queda duda del oscuro encuentro.

También contó a las autoridades cómo le fueron entregados otros 3.000 millones al expresidente de Senado, Iván Name, a través de quien actuó como la mensajera, la exalta consejera para las Regiones, Sandra Ortiz, a quien le hizo dos entregas, en días diferentes, y hasta la acompañó al apartamento de Name, al norte de Bogotá, para hacer entrega del dinero.

Las declaraciones y pruebas de Pinilla también pusieron en evidencia el oscuro acuerdo entre el Gobierno y congresistas de Comisión de Crédito Público, quienes, a cambio de la entrega direccionada de contratos en Carmen de Bolívar (Bolívar), Cotorra (Córdoba) y Saravena (Arauca) por 92.000 millones de pesos, presuntamente para comprar la conciencia de los legisladores y que dieran vía libre a la aprobación de empréstitos para la nación.

Wadith Alberto Manzur Imbett Andrés David Calle Aguas, Liliana Esther Bitar Castilla, Julio Elías Chagüi Flórez, Juan Diego Muñoz Cabrera Juan Pablo Gallo Maya Karen Astrith Manrique Olarte, Julián Peinado Ramírez, Iván Leonidas Name Vásquez, | Foto: SEMANA

En este caso, los salpicados serían los congresistas Julián Peinado, Juan Pablo Gallo, Juan Diego Muñoz, Liliana Esther Bitar, Wadith Manzur y Karen Astrith Manrique. El encargado de recibir la orden habría sido Olmedo López, pero delegó a Pinilla para coordinar con María Alejandra Benavides, asistente del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, la entrega de los contratos.

Todos estos nombres, más los 26 que vienen en lista, estarían relacionados con el escándalo de corrupción en la UNGRD y, aunque la colaboración de Pinilla y Olmedo avanza rápidamente, otra es la velocidad a la que avanzan las investigaciones.