El contralor General, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, alertó por el aumento de la deforestación en los países de Suramérica y la preocupante situación que se está dando al respecto en Colombia, particularmente en departamentos como Meta, Caquetá, Putumayo y Chocó.
Al mismo tiempo, llamó la atención por el desigual financiamiento que hay en algunas regiones del país frente al riesgo por el cambio climático, así como por las prácticas administrativas indebidas, y algunas veces corruptas, en que incurren algunos gestores fiscales ambientales.
Rodríguez Becerra planteó estos temas al instalar un panel técnico de las Entidades Fiscalizadoras Superiores de los países de América del Sur (EFSUR), con la cual inició en Barranquilla la asamblea anual de esta organización internacional, abordando tres temas: la deforestación, el cambio climático y la corrupción.
En su intervención el contralor destacó la importancia de la Asamblea General de la EFSUR y el aporte de esta organización en la protección del patrimonio público ambiental.
Corrupción en la gestión ambiental
El Contralor Rodríguez Becerra expresó preocupación por algunas prácticas corruptas que se dan en la gestión ambiental y adicionalmente mencionó algunos instrumentos que utiliza la Contraloría de Colombia para fortalecer la fiscalización ambiental, como el Observatorio de Control Fiscal Ambiental, la Gaceta Ambiental sobre Deforestación y un estudio ambiental estratégico interactivo para analizar la situación del país en materia de cambio climático.
Sobre el primer punto, se refirió a múltiples y disímiles prácticas administrativas indebidas que campean a lo largo y ancho de los territorios y lamentablemente terminan favoreciendo la proliferación de la corrupción, como es el caso de ventas de permisos para el aprovechamiento de recursos naturales; negociación de licencias, concesiones, trámites administrativos ambientales; y pago de sobornos y dádivas para ocultar infracciones de tipo ambiental o el comercio ilegal de especies protegidas.
No pocas veces estos, y otros motivos, nutren la identificación de hallazgos con diversas incidencias en el marco de la vigilancia y control fiscal. “Es así como recientemente, en las auditorías financieras que realizó la Contraloría General de la República a los gestores fiscales, en el primer semestre del presente año, se identificaron prácticas como contratos pagados sin cumplir con las especificaciones del objeto contractual, doble pago de actividades y pagos sin existencia probada de ejecución, anulación de cobros de tasas por uso de agua y posterior devolución de dinero, deficiencias en la Liquidación de Tasas de Uso de Agua, gastos y pagos indebidos de suministro de alimentos y bebidas alcohólicas”.
“Este tipo de prácticas constituyen un atentado contra la integridad de los ecosistemas, la biodiversidad y el equilibrio de la vida en el país y el planeta. Además, la omisión administrativa, como las debilidades en las labores de supervisión (dejar hacer, dejar pasar) abren paso al favorecimiento de la corrupción”, advirtió el contralor.
Deforestación en la Amazonía y causas del cambio climático
En su exposición, el contralor Rodríguez Becerra citó estudios según los cuales la Amazonía alberga el 10% de la biodiversidad global, pero enfrenta una alarmante pérdida de masa boscosa debido a la deforestación, afectando la provisión de recursos esenciales.
Habló del cambio climático y dijo que está impulsado por la quema de combustibles fósiles, el mal manejo de desechos y el cambio de uso de suelo, siendo la deforestación un factor clave en el aumento de la temperatura.
Colombia ha perdido cerca del 9,5% de su superficie de bosques desde 1990, equivalente a más de 6 millones de hectáreas, con una tasa anual de deforestación de 170,000 hectáreas, indicó también.
Concentración de la deforestación en Colombia
La deforestación afecta a todos los departamentos de Colombia y se concentra principalmente en departamentos como Meta, Caquetá, Putumayo y Chocó, con el 81,5% (128.902 hectáreas aproximadamente), lamentó el Contralor Rodríguez Becerra.
“No han estado a salvo, las áreas protegidas que, por su alta riqueza ecosistémica y ecológica, han sido objeto de categorías de protección especial, como los Parques Nacionales Naturales, en los que, se perdieron 13.570 hectáreas (8,6%) de bosque.
Este fenómeno voraz se evidencia principalmente en 5 Parques Nacionales Naturales: Tinígua, Sierra de la Macarena, Paramillo, La Serranía de Chiribiquete y Catatumbo Barí”, señaló también. Colombia ha perdido cerca del 68% de su masa glacial en los últimos 10 años, afectando los recursos hídricos y evidenciando los efectos del cambio climático, añadió