En el barrio San Javier, de Medellín, un criadero sacaba camadas de perros Pug y Bulldog Frances, los vendían por internet y en tiendas de mascotas por elevadas sumas de dinero, mientras aseguraban que provenían de espacios amigables y hogares en condiciones dignas, propios de un pedigree. La verdad, de acuerdo con una investigación de la Fiscalía, era distinta.
Varias denuncias llegaron a las autoridades que advertían cómo en un espacio reducido, sucio y de completo abandono se encontraban los perros que posteriormente eran vendidos por un hombre, plenamente identificado por la Fiscalía y dueño del supuesto criadero. Los investigadores adelantaron una inspección al lugar y se encontraron con lo necesario para imputar cargos al responsable.
“Una fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) judicializó la dueña, como presunta responsable de mantener a 55 perros en precarias condiciones de salud, en una vivienda del barrio San Javier, en Medellín. El 23 de enero de este año, autoridades ambientales llegaron al inmueble y rescataron a los caninos”, explicó la Fiscalía en un comunicado de prensa.
Durante la inspección de la Fiscalía y las autoridades de salubridad, constataron que se encontraban en mal estado físico, y que no recibían la atención y cuidado que requerían los animales. Estaban en jaulas, entre los desperdicios y sus propias heces. La comida estaba regada entre los orines y sin agua.
“En ese sentido, los trasladaron al Centro de Bienestar Animal La Perla, donde recibieron atención veterinaria. Cinco de los perros no superaron las complicaciones que padecían y murieron; y otros tres quedaron ciegos”, señaló el ente acusador tras advertir la grave situación en la que se encontraban los animales, por eso imputaron cargos.
La imputación que hizo la fiscalía fue por el delito de maltrato animal, cargo que no fue aceptado, pero que resulta suficiente para continuar con un proceso en juicio y obtener una condena en su contra.
Otros casos
En Bucaramanga, un hombre, identificado como Stiven Serrano Plata, fue judicializado porque mató un perro. Lo hizo con un cuchillo. Claramente, un peligro para la sociedad, una persona que es capaz de asesinar a sangre fría a un animal indefenso. Sin embargo, por tratarse de una imputación por maltrato animal, no fue enviado a la cárcel.
“El 13 de julio de 2019, en el barrio Villas de Girardot, en Bucaramanga (Santander), Marcelo Stiven Serrano Plata habría atacado a un perro con un arma blanca, causándole una herida en el tórax que desencadenó su muerte. El señalado agresor fue imputado por el delito de maltrato animal agravado. El cargo no fue aceptado”, señaló el ente acusador.