En una reciente entrevista con SEMANA, el expresidente Iván Duque fue muy claro en explicar ese pasado, que puede sustentar la actual posición de Gustavo Petro con Israel. “Yo creo que en esa reacción hay una peligrosa combinación de arrogancia con ignorancia”, dijo el expresidente. Pero luego fue más allá.
“Muchos miembros del M-19, en su momento, recibieron asesoría y, por qué no decir, entrenamiento de grupos radicales, que terminaron germinando en lo que es hoy Hamás. Entonces, esas simpatías se conocen“, agregó.
Para el M-19, grupo revolucionario en el que militó Gustavo Petro, la causa de la liberación de Palestina siempre fue una bandera. El mismo presidente ha dicho que conoce del tema desde hace años y que lo ha estudiado.
Para 1981, el M-19 ya tenía como objetivo a Israel. El periodista Santiago Ángel, de La FM, reconstruyó la historia de los atentados que ese grupo guerrillero dieron a la embajada de ese país ese año.
“Un artículo de prensa de la Revista Semana señala que hubo una primera explosión que luego fue seguida de ráfagas de ametralladoras temprano en la mañana. El objetivo era el embajador Jaime Aron, que para ese momento no se encontraba allí. Hubo un enfrentamiento entre escoltas del entonces ministro Rodrigo Escobar, del Gobierno de Belisario Betancourt, que evitó una tragedia mayor. Los delincuentes usaron dos carros desde donde dispararon con metralletas a la embajada y la explosión la dejó prácticamente destruida”, asegura.
El medio buscó las referencias que había de ese episodio en el informe de la Comisión de la Verdad que realizó la Corte Suprema de Justicia para dilucidar los hechos de la sangrienta toma del Palacio de Justicia en 1985. Allí, los magistrados hicieron una completa radiografía de lo que era para la fecha el grupo insurgente.
Allí se cuenta cómo el M-19 hacía parte de muchas corrientes internacionales y había tomado partido en conflictos mundiales, incluido el de Israel y Palestina. “Fue así como en 1981 atacó la sede de la Embajada de Israel en Bogotá, como muestra de solidaridad con la Organización para la Liberación Palestina. En 1982, tras la masacre de palestinos en los campos de refugiados de Sabra y Shatila en Beirut, realizó un nuevo atentado contra dicha embajada, utilizando una basuca”, asegura el documento.
En este ejercicio de memoria también se cuenta del entrenamiento que recibió esa guerrilla en el extranjero: “Los miembros del M-19 se entrenaron en otros países, como la República Árabe de Libia, cuyo primer contacto fue en 1975, cuando Bateman y Vera Grabe viajaron a la cabeza de una delegación guerrillera de distintos países”.
Para esas fechas, el hoy presidente hacía parte del grupo guerrillero, aunque no se sabe si participó en esos hechos.
Hamás, el grupo terrorista que perpetró el cruel ataque a Israel, fue fundado mucho después, en 1987. Su objetivo ha sido desde entonces la destrucción total del Estado de Israel.
Lo que hoy se le critica al presidente Petro no es apoyar la causa palestina, sino no rechazar el acto terrorista de Hamás, que dejó el trágico saldo de 1.300 muertos y más de 200 rehenes.
El primer mandatario no solo no ha condenado ese atenta.do, sino que ha descrito la respuesta que le ha dado Israel en términos muy ofensivos para la comunidad judía, llamándolos como sus verdugos, los nazis, y pasando por alto que Adolf Hitler, con su solución final, casi lleva a la extinción a ese pueblo y que más de 6 millones de personas perdieron la vida en el Holocausto.
Este martes, el presidente llamó a consultas a la embajadora colombiana en Israel, Margarita Manjarrez. “He decidido llamar a consulta a nuestra embajadora en Israel. Si Israel no detiene la masacre contra el pueblo palestino, no podemos estar allá”, trinó Petro.
La crisis diplomática escala y no se ve una pronta solución.